En el pensamiento de Fernando Savater, filósofo y escritor español, el concepto del principio del hombre se encuentra relacionado con la existencia del ser humano en tres registros interrelacionados: como persona individual, como sociedad y como especie. Durante siglos, la sociedad tuvo un papel predominante, relegando al individuo a un segundo plano. Sin embargo, en los últimos siglos, el individuo ha ganado importancia, lo que ha llevado a transformaciones en las sociedades hacia modelos más democráticos y abiertos.
En el siglo actual, Savater destaca la necesidad de tomar conciencia de que pertenecemos a una misma especie, la humanidad en su conjunto. Según él, la supervivencia de la humanidad depende de la capacidad de unirse y actuar en conjunto. Ser humano implica comprender que no podemos entendernos a nosotros mismos si nos desentendemos de los demás seres humanos. Savater cita una famosa frase de un autor latino que resume esta idea: soy humano y nada de lo humano me es ajeno.
La dificultad de vivir en sociedad
Vivir en sociedad no siempre es cómodo, especialmente cuando se trata de aceptar y respetar a aquellos que son diferentes a nosotros. Savater señala que los seres humanos somos animales gregarios, es decir, nos gusta vivir en grupos que se asemejen a nosotros. Sin embargo, en un entorno cada vez más globalizado y multicultural, la presencia de extraños en nuestras comunidades es cada vez más común.
El filósofo destaca que es importante superar los instintos gregarios y aprender a respetar a aquellos que son diferentes a nosotros. Reconocer que, a pesar de las apariencias, compartimos muchas similitudes esenciales con los demás seres humanos. Todos nacemos, amamos, luchamos y sabemos que vamos a morir. Todos necesitamos palabras, comprensión, apoyo y reconocimiento. Sin embargo, esto requiere paciencia y esfuerzo por parte de cada individuo.
La importancia de la hospitalidad
En la lengua castellana, la palabra huésped tiene dos significados aparentemente opuestos: el de quien se aloja en la casa de otro y el de ese otro que le aloja. Savater destaca que esta dualidad encierra una verdad profunda sobre la condición humana. Todos dependemos de la hospitalidad que otros nos brindan desde que nacemos. Pero también debemos ser anfitriones y preocuparnos por el bienestar de aquellos que llegan después de nosotros.
Según Fernando Savater, el principio del hombre implica reconocer la importancia del individuo, la sociedad y la especie humana en su conjunto. Es necesario superar los instintos gregarios y aprender a respetar y aceptar a aquellos que son diferentes. La hospitalidad juega un papel fundamental en esta visión, ya que todos somos huéspedes y anfitriones en esta gran comunidad que es la humanidad.