En Génesis 24:1-25, se relata la historia de Abraham y su siervo en la búsqueda de una esposa para Isaac. Abraham, quien era ya muy viejo, llamó a su siervo más antiguo y le hizo una promesa ante el SEÑOR, Dios del cielo y de la tierra. La promesa consistía en que el siervo iría a la tierra natal de Abraham para encontrar una esposa para Isaac, pero no debía elegir a una mujer de entre las hijas de Canaán.
El siervo tenía preocupaciones sobre si la mujer estaría dispuesta a dejar su tierra para casarse con Isaac, pero Abraham le aseguró que Dios enviaría un ángel para guiarlo en su búsqueda. El siervo hizo la promesa y partió con diez camellos y muchos regalos hacia la ciudad de Najor en Aram Najarayin.
En la ciudad, el siervo hizo una oración pidiendo a Dios que le fuera bien en su búsqueda. En ese momento, una joven llamada Rebeca, hija de Betuel y nieta de Najor, salió a la fuente a buscar agua. El siervo se acercó a ella y le pidió agua. Rebeca no solo le dio agua, sino que también ofreció dar de beber a sus camellos. Esto confirmó al siervo que Dios había respondido a su oración y había mostrado su fiel amor hacia Abraham.
El siervo luego le preguntó a Rebeca sobre su familia y si había lugar en su casa para alojar a él y a los hombres que lo acompañaban. Rebeca respondió afirmativamente y el siervo le dio regalos de oro como muestra de gratitud. Rebeca llevó al siervo a su casa y le contó a su familia todo lo sucedido.
Isaac, por su parte, estaba en Beer-lajai-roi y salió al campo a meditar. Cuando vio a los camellos que se acercaban, Rebeca bajó del camello y se cubrió con un velo. El siervo le contó a Isaac toda la historia y él la llevó a la tienda de su madre Sara. Isaac amó a Rebeca y encontró consuelo después de la muerte de su madre.
Enseñanzas de la historia de Rebeca
La historia de Rebeca y el siervo de Abraham nos enseña varias lecciones valiosas. En primer lugar, nos muestra la importancia de buscar una pareja que comparta nuestra fe. Abraham no quería que Isaac se casara con una mujer cananea, sino que buscaba una esposa que sirviera al mismo Dios. Esto nos recuerda la importancia de buscar a alguien que comparta nuestros valores y creencias.
Además, la historia destaca la importancia de la oración en la búsqueda de una pareja. El siervo de Abraham oró antes de comenzar su viaje y su oración fue respondida de una manera asombrosa. Esto nos anima a confiar en Dios y buscar su tutorial en nuestras decisiones relacionadas con el amor y el matrimonio.
También podemos aprender de Rebeca su actitud de servicio y generosidad. A pesar de no conocer al siervo, ella ofreció darle agua y también a sus camellos. Esto muestra su corazón de sierva y su disposición para ayudar a otros. Nos inspira a ser generosos y serviciales en nuestras relaciones y matrimonios.
La historia de Génesis 24 nos muestra cómo Dios tutorial y provee en la búsqueda de una pareja. Nos enseña la importancia de buscar a alguien que comparta nuestra fe, de confiar en Dios en nuestras decisiones y de ser generosos y serviciales en nuestras relaciones. Al seguir estos principios, podemos encontrar el amor verdadero y experimentar la bendición de Dios en nuestras vidas.