La Ley 11867 regula la transferencia de fondos de comercio y establece la responsabilidad de aquellos que infringen esta ley. En este artículo, analizaremos los aspectos clave de esta ley y cómo afecta a los involucrados en la transferencia de un establecimiento comercial.
Responsabilidad en la transferencia del fondo de comercio
El objetivo principal de esta ley es garantizar que los acreedores no pierdan sus garantías en caso de transferencia del establecimiento. La ley establece que el adquirente asumirá la titularidad del fondo de comercio sin asumir pasivos más allá de los que haya aceptado en el contrato de transferencia.
Tener en cuenta que existen dos tipos de pasivos: aquellos que son intransferibles y aquellos que pueden transferirse voluntariamente por contrato. La ley busca que el adquirente asuma únicamente el pasivo que haya aceptado específicamente en el contrato de transferencia.
En algunos casos, el fisco puede oponerse a la transferencia de deudas fiscales y exigir garantías para el pago de las mismas. Esto se debe a que la ley busca proteger los intereses del fisco y garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
En caso de incumplimiento de los procedimientos legales establecidos en la ley, todos los intervinientes en la transferencia (comprador, vendedor, martillero, escribano, etc.) serán solidariamente responsables por los importes impagos hasta el monto del precio de venta.
Clasificación de los elementos del fondo de comercio
La ley no define la transferencia del fondo de comercio en sí, pero establece los elementos constitutivos del mismo. Aquellos elementos que no son constitutivos pueden transferirse, a menos que sea una transferencia efectiva por partes.
La transferencia del fondo de comercio implica la celebración de múltiples contratos y el cumplimiento de los requisitos legales. El incumplimiento de estos requisitos genera la responsabilidad solidaria de los involucrados.
Aspectos tributarios y responsabilidad fiscal
En cuanto a los aspectos tributarios, los resultados derivados de la transferencia de fondos de comercio están gravados por el Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, la ley tiene un tratamiento específico para las transferencias que cumplen con ciertos requisitos, como la requerización de peso y fondo de comercio.
En materia de Impuesto al Valor Agregado (IVA), la ley establece dos tratamientos diferentes: uno para las transferencias que cumplen con ciertos requisitos y otro para aquellas que no los cumplen. En el segundo caso, la transferencia de bienes muebles está gravada, pero no la transferencia de bienes inmateriales.
En cuanto a la responsabilidad fiscal, la Ley de Procedimiento Tributario establece la responsabilidad personal y solidaria del sucesor en la transferencia del fondo de comercio. La ley distingue entre deudas determinadas y no determinadas, y establece un régimen de caducidad para las deudas no determinadas.
Tener en cuenta que la responsabilidad solidaria implica que el fisco puede reclamar el pago de la deuda a cualquiera de los deudores, y estos tienen derecho a una acción de regreso contra el contribuyente principal.
La Ley 11867 regula la transferencia de fondos de comercio y establece la responsabilidad de los involucrados en dicha transferencia. Es importante cumplir con los requisitos legales establecidos en la ley para evitar posibles sanciones y asegurar una transferencia correcta y segura. Además, es fundamental tener en cuenta los aspectos tributarios y la responsabilidad fiscal que pueden surgir en el proceso de transferencia.