La ley sáenz peña: el sufragio universal en argentina

La ley Sáenz Peña, oficialmente conocida como la ley nacional de Elecciones N° 871, es una de las leyes más importantes en la historia política de Argentina. Fue sancionada el 10 de febrero de 1912 y estableció el sufragio universal, secreto y obligatorio, así como el sistema de lista incompleta. Esta ley marcó un hito en la democracia del país, poniendo fin al fraude y al soborno en las elecciones.

Índice
  1. ¿Qué dice la ley de Sáenz Peña?
  2. Los objetivos de la ley Sáenz Peña

¿Qué dice la ley de Sáenz Peña?

La ley Sáenz Peña eliminó el voto calificado y permitió que todos los ciudadanos argentinos mayores de 18 años pudieran ejercer su derecho al voto. Antes de esta ley, las elecciones estaban plagadas de irregularidades, como el uso de libretas de votantes fallecidos, la compra de votos, la quema de urnas y la falsificación de padrones.

Es importante destacar que, si bien la ley Sáenz Peña fue un avance significativo, todavía era excluyente en ciertos aspectos. El sufragio solo estaba permitido para los nativos argentinos y naturales masculinos, excluyendo a las mujeres. No fue hasta 39 años después, en 1951, que se aprobó la ley de sufragio femenino en Argentina.

La implementación de esta ley tuvo lugar por primera vez en abril de 1912 en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires. Posteriormente, en 1916, permitió que Hipólito Yrigoyen, candidato por la Unión Cívica Radical, accediera al poder. La aprobación de la ley Sáenz Peña fue un paso crucial hacia la democracia participativa en Argentina, permitiendo la representación legislativa de la minoría y brindando la posibilidad de expresión de las fuerzas opositoras.

Los objetivos de la ley Sáenz Peña

Los objetivos de la ley Sáenz Peña están alineados con los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Estos documentos reconocen el derecho del pueblo a elegir a sus gobernantes a través de elecciones auténticas y periódicas, garantizando el sufragio universal, igual y secreto.

La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público, y la ley Sáenz Peña buscaba asegurar que esta voluntad se expresara de manera libre y sin restricciones indebidas. El voto universal, secreto y obligatorio permitía que todos los ciudadanos argentinos tuvieran la oportunidad de participar en el proceso electoral y ejercer su derecho a elegir a sus representantes.

La ley Sáenz Peña fue un hito en la historia política de Argentina. A través de esta legislación, se logró establecer el sufragio universal, secreto y obligatorio, poniendo fin al fraude y al soborno en las elecciones. Si bien la ley no era completamente inclusiva en sus inicios, sentó las bases para futuras reformas que permitieron la participación política de todos los ciudadanos, sin importar su género o condición social.

La implementación de la ley Sáenz Peña en 1912 marcó el comienzo de una nueva era en la democracia argentina, permitiendo la representación de la minoría y dando voz a las fuerzas opositoras. Hoy en día, el sufragio universal, secreto y obligatorio es un derecho fundamental en Argentina y una piedra angular de su sistema democrático.

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