La arquitectura de Mesopotamia se refiere a las características comunes de las construcciones desarrolladas en la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates desde el asentamiento de los primeros pobladores hacia el VII milenio a. C. hasta la caída del último Estado mesopotámico, Babilonia.
Características de la arquitectura mesopotámica
Los mesopotámicos construían sin mortero, utilizando principalmente el barro como material constructivo. Debido a la escasez de piedra y madera en la región, utilizaron adobes de barro con mezcla de paja y ladrillos de arcilla pura. Estos ladrillos eran unidos con cal o asfalto, y para la cubierta, sustituyeron el sistema adintelado egipcio por la bóveda formada de arcos de medio punto contiguos.
Las construcciones más representativas de la arquitectura mesopotámica eran los templos y los palacios. Los templos, conocidos como zigurats, eran centros religiosos, económicos y sentimentales. Estos templos contaban con tierras de cultivo, rebaños y talleres donde se fabricaban utensilios. Los palacios, por otro lado, eran edificios utilizados por los gobernantes y contaban con una estructura similar a la de los templos.
Obras arquitectónicas destacadas
Uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura mesopotámica es el Zigurat de Marduk en Babilonia, también conocido como la Torre de Babel. Este zigurat era una estructura monumental compuesta por una serie de pisos a cada cual de menores planta y altura, y pintados de distintos colores. Otra obra importante es la Puerta de Ishtar en Babilonia, construida utilizando el sistema de muros de carga y decorada con mosaicos pintados en vivos colores.
Escultura mesopotámica
En cuanto a la escultura, debido a la escasez de piedra en la región, las piezas escultóricas eran principalmente de pequeño tamaño y se utilizaban materiales como el marfil. Las esculturas más destacadas se encontraban en los relieves que decoraban los templos y palacios.
La arquitectura de Mesopotamia se caracteriza por el uso predominante del barro como material constructivo y la utilización de arcos y bóvedas en sus construcciones. Los templos y los palacios eran las edificaciones más representativas de esta civilización, destacando obras como el Zigurat de Marduk y la Puerta de Ishtar. A pesar de la escasez de piedra, la escultura mesopotámica también dejó importantes obras en forma de pequeñas figurillas y relieves.