Capitalismo gore: violencia y muerte en el sistema económico

En el entorno actual, la violencia y la muerte se han convertido en espectáculos para el entretenimiento y la rentabilidad económica. El capitalismo gore, término acuñado por la filósofa y escritora mexicana Sayak Valencia, hace referencia a la relación entre el sistema económico capitalista y la violencia extrema y gratuita que se promueve y normaliza en nuestra sociedad.

Índice
  1. ¿Qué son las prácticas Gore?
  2. ¿Qué es la violencia decorativa?
  3. Capitalismo gore: una realidad global
    1. El papel del feminismo en el análisis del capitalismo gore
  4. Conclusiones: la muerte como espectáculo

¿Qué son las prácticas Gore?

Las prácticas gore son aquellos actos o expresiones que involucran violencia explícita y gráfica, generalmente con el propósito de generar morbo y shock en el espectador. Este tipo de contenido se encuentra presente en diversos ámbitos como el cine, la música, los videojuegos y la moda.

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¿Qué es la violencia decorativa?

La violencia decorativa es una manifestación de las prácticas gore en la que se utiliza la violencia como elemento de diseño y decoración. Un ejemplo de esto son las armas de alto calibre transformadas en lámparas de lujo, que se venden como objetos de decoración en algunas tiendas. Esta forma de violencia decorativa normaliza y trivializa la violencia, convirtiéndola en un elemento estético.

La violencia decorativa es solo una muestra de cómo la violencia y la muerte se han convertido en mercancías de consumo en nuestra sociedad.

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Capitalismo gore: una realidad global

El capitalismo gore no es exclusivo de México o de cualquier otro país en particular. Es una realidad presente en muchas partes del entorno, aunque a menudo se encuentre velada. La violencia y la muerte son productos de la sociedad contemporánea y se utilizan como herramientas de control y dominación.

El videojuego Grand Theft Auto es un ejemplo de capitalismo gore, en el que se permite al jugador practicar sexo con una prostituta y luego asesinarla para recuperar el dinero. Este tipo de innovaciones en las tecnologías del asesinato y la venta de órganos a través de Internet son ejemplos claros de cómo el capitalismo gore se ha infiltrado en nuestra vida cotidiana.

El papel del feminismo en el análisis del capitalismo gore

El ensayo de Sayak Valencia, Capitalismo gore, aborda la violencia desde la perspectiva de los nuevos feminismos, especialmente aquellos que surgen en el supuesto Tercer Mundo. Valencia utiliza conceptos como la tanatopolítica y el necropoder para analizar cómo la violencia se ha convertido en una herramienta de control y dominación en el sistema capitalista.

El transfeminismo también juega un papel importante en su análisis, ya que cuestiona las estructuras de poder y la violencia que se ejerce en nombre del género. Valencia argumenta que el machismo y el narcotráfico están estrechamente relacionados con el Estado y que la violencia no es exclusiva de un grupo o país en particular, sino una realidad global.

Conclusiones: la muerte como espectáculo

La muerte y la violencia se han convertido en un espectáculo para la sociedad contemporánea. La tendencia a glamorizar y excitar la violencia extrema y gratuita ha llevado a una normalización de la muerte como un producto de consumo. La muerte está de moda si es rentable y actual.

El ensayo de Sayak Valencia, Capitalismo gore, nos invita a reflexionar sobre la relación entre el sistema económico capitalista y la violencia en nuestra sociedad. Nos muestra cómo la violencia se ha convertido en una herramienta de control y dominación, y cómo la muerte se ha trivializado y convertido en un espectáculo. Es un llamado a despertar y cuestionar las estructuras de poder que perpetúan la violencia y el sufrimiento humano.

El capitalismo gore no es solo un fenómeno mexicano, sino una realidad global. La violencia decorativa, las prácticas gore y la muerte como espectáculo son manifestaciones de un sistema económico que se alimenta de la violencia y el sufrimiento humano. Es hora de cuestionar y resistir este sistema y buscar alternativas más justas y humanas.

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