Este 29 de enero se conmemoran los 100 años de la rebelión obrera de La Forestal, una de las páginas de resistencia popular más heroicas de nuestra historia, pero también un emblema de la tragedia social, económica y ambiental de la que puede ser capaz el extractivismo cuando no encuentra ningún tipo de regulación.
¿Qué fue la huelga de La Forestal?
La empresa inglesa “The Forestal, Land, Timber and Railways Company Limited”, conocida como La Forestal, fue una compañía que monopolizó la explotación de los bosques de quebracho colorado en el norte de Santa Fe durante la primera mitad del siglo pasado. Con más de dos millones de hectáreas bajo su control, La Forestal se convirtió en un verdadero Estado paralelo, imponiendo un régimen laboral opresivo y un sistema de producción insostenible con el medio ambiente.
¿Qué reclamaban los obreros de La Forestal?
Bajo las condiciones de explotación impuestas por La Forestal, los obreros comenzaron a organizarse y formaron un sindicato para luchar por mejores condiciones de trabajo y vida digna. Presentaron un pliego con 35 demandas básicas, entre las que se incluía el pedido de mayor respeto para los obreros. Después de un largo conflicto, que incluyó la primera huelga general contra la compañía en 1919, finalmente se lograron reconocer varias de estas demandas.
¿Qué causó La Forestal?
La Forestal no solo impuso condiciones laborales inhumanas a sus trabajadores, sino que también generó un sistema de castas dentro de los pueblos que construyó alrededor de sus fábricas. En la cúspide se encontraban los directivos y empleados jerárquicos de la compañía, seguidos por los trabajadores regulares de la empresa, y finalmente la gran mayoría de los obreros tercerizados a través de contratistas. Estos últimos realizaban las tareas más extenuantes y vivían en condiciones precarias.
Además, La Forestal ejercía un control absoluto sobre todas las instituciones del pueblo, desde la escuela hasta el hospital, y monopolizaba la provisión de víveres a través de su propio almacén. Esta situación de dominio no solo afectaba las condiciones de vida de los trabajadores, sino también su seguridad alimentaria.
La lucha de los trabajadores y las demandas de mayor dignidad y respeto fueron respondidas por La Forestal con una brutal represión, que incluyó la creación de una fuerza represiva propia llamada Gendarmería Volante. Además, la compañía llevó a cabo un lockout para someter al hambre y la desesperación a los trabajadores y a los pueblos enteros que dependían de ella.
Las consecuencias de La Forestal
La explotación indiscriminada de los bosques de quebracho por parte de La Forestal tuvo graves consecuencias ambientales. Se estima que la compañía extrajo más de 30 millones de árboles y destruyó más de 16 mil hectáreas de bosques al año, sin ningún programa de reforestación. Esto provocó la desaparición de los montes de quebracho y contribuyó a la degradación y erosión del suelo, causando inundaciones en el norte de Santa Fe.
Además, el cierre de fábricas y el agotamiento de los recursos naturales dejaron a los pueblos en una situación de desolación. Muchos habitantes tuvieron que migrar en busca de nuevas oportunidades, lo que alimentó la concentración de la población en el Conurbano y generó mayores niveles de pobreza en las zonas afectadas por La Forestal.
Es importante conocer esta historia de abusos para entender la importancia de regular y controlar la actividad extractiva. La degradación ambiental y el despojo de recursos naturales por parte de empresas extranjeras nos afecta a todos, pero las consecuencias recaen principalmente en las comunidades locales. Un modelo justo e inclusivo no puede permitir la explotación desmedida y la depredación del medio ambiente.