En 1992, el reconocido psiquiatra y escritor español Enrique Rojas publicó un libro titulado el hombre light, en el que analiza la aparición de un nuevo tipo de persona en la sociedad contemporánea. Rojas compara esta nueva tendencia con la popularización de los productos light en la década de los 80, que carecen de sustancia y se centran únicamente en la apariencia.
Características del hombre light
El hombre light se caracteriza por su indiferencia hacia los valores trascendentes, centrándose en el dinero, el poder, el éxito, el sexo, el narcisismo y el hedonismo como los pilares de su vida. Carece de creencias firmes y rechaza la existencia de una verdad absoluta, aunque tiene un deseo insaciable de información. Su objetivo es conocer todo, no para mejorar o cambiar, sino simplemente por el afán de estar al tanto de lo que sucede.
Este tipo de hombre se asemeja al concepto de hombre sin pecho descrito por C.S. Lewis, donde la falta de principios y carácter deja de lado lo más humano en él. El hombre light se caracteriza por su hedonismo, consumismo, permisivismo y relativismo. Posee un exceso de cosas materiales y una carencia correspondiente de valores. Su pensamiento es débil y sus convicciones inconsistentes. El hombre light carece de puntos de referencia, metas en la vida e ideales que le den sentido a sus acciones.
El hombre sólido como contraste
En contraposición al hombre light, Rojas presenta el concepto del hombre sólido. Mientras que el hombre light avanza en todo, excepto en lo más importante, el hombre sólido se compromete y es consistente, profundo y moralmente auténtico. Este último es capaz de superar el escepticismo reinante y explorar el plano espiritual en busca de lo bello, noble y grande de la existencia.
El hombre sólido es una persona madura, cuya vida tiene dirección y cuyas acciones están en consonancia con el significado de su existencia. La madurez implica solidez y desemboca en ideales, generando la firmeza necesaria para mantenerse fiel a ellos.
Un ejemplo de hombre sólido es santo Tomás Moro, cuya firmeza de carácter fue destacada por el dramaturgo británico Robert Bolt en su obra un hombre para todas las estaciones. Bolt quedó impresionado por la solidez de Moro en contraste con la sociedad cargada de ligereza en la que vivía.
Reflexiones sobre la sociedad light
En la actualidad, Rojas argumenta que vivimos en una sociedad light, en la que se ha perdido la sustancia, el pensamiento crítico y los valores esenciales. Esta sociedad está conformada por hombres light, quienes son fríos, cambian rápidamente de opinión y han abandonado los valores trascendentes.
En esta sociedad light, el hombre se vuelve vulnerable y fácilmente manipulable, renunciando a ser un individuo culto, analítico y espiritual. En su lugar, se busca el placer, el bienestar y el dinero sin importar su origen. El hombre light se conforma con la felicidad inmediata y evita enfrentarse a la realidad, prefiriendo vivir engañado y cómodo en su ignorancia.
Esta sociedad light también se refleja en el ámbito político, donde a veces se eligen gobernantes light, que se adaptan a los intereses superficiales de la sociedad y les dicen lo que quieren oír en lugar de lo que realmente necesitan escuchar. Esta falta de compromiso y experiencia puede llevar a consecuencias negativas a largo plazo.
Enrique Rojas nos invita a reflexionar sobre el fenómeno del hombre light y la sociedad en la que vivimos. Nos muestra la importancia de cultivar principios firmes, compromiso, madurez y la búsqueda de valores trascendentes en contraposición a la superficialidad y el consumismo desmedido.
En definitiva, el hombre light es un llamado de atención para no caer en la apatía, la falta de compromiso y la búsqueda superficial de la felicidad. Debemos esforzarnos por ser hombres y mujeres sólidos, comprometidos con nuestros principios y valores, y buscar un sentido más profundo y auténtico en nuestras vidas.