El Decreto 3075 es una normativa que regula las condiciones higiénico-sanitarias en la manipulación, preparación, procesamiento, envasado, almacenamiento, transporte y distribución de alimentos. Fue establecido en 1997 y ha sufrido modificaciones a lo largo de los años para adaptarse a las nuevas necesidades y avances en materia de seguridad alimentaria.
¿Qué regula el Decreto 3075?
El Decreto 3075 establece una serie de requisitos que deben cumplir las superficies de contacto directo con los alimentos. Estas superficies deben ser lisas, no porosas, no absorbentes y estar libres de defectos, grietas, intersticios u otras irregularidades que puedan atrapar partículas de alimentos o microorganismos que afecten la calidad sanitaria del producto.
Relación con las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM)
El Decreto 3075 tiene una estrecha relación con las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Según esta normativa, las BPM son los principios básicos y prácticas de higiene que deben seguirse en la manipulación, preparación, procesamiento, envasado, almacenamiento, transporte y distribución de alimentos o productos agroindustriales.
Las BPM son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y prevenir la contaminación de los alimentos. Estas prácticas incluyen el uso adecuado de equipos y utensilios, el control de la temperatura, el lavado de manos, la limpieza y desinfección de las instalaciones, entre otros aspectos importantes.
Resolución 2674 y su relación con el Decreto 3075
La Resolución 2674 complementa al Decreto 3075 y establece los requisitos sanitarios que deben cumplir las personas naturales y/o jurídicas que se dedican a la fabricación, procesamiento, preparación, envasado, almacenamiento, transporte, distribución y comercialización de alimentos y materias primas de alimentos.
Esta resolución tiene como objetivo principal garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos, así como proteger la salud de los consumidores. Establece normas y procedimientos para la adecuada manipulación de los alimentos, la correcta higiene del personal, el control de plagas, el etiquetado de los productos, entre otros aspectos relevantes.
El Decreto 3075 es una normativa de vital importancia en el ámbito de la seguridad alimentaria. Regula las condiciones higiénico-sanitarias en la manipulación, preparación, procesamiento, envasado, almacenamiento, transporte y distribución de alimentos, con el objetivo de garantizar la calidad e inocuidad de los productos que llegan al consumidor final.
Es fundamental que todas las personas y empresas involucradas en la cadena alimentaria cumplan con los requisitos establecidos en el Decreto 3075 y en la Resolución 267Esto contribuirá a prevenir la contaminación de los alimentos y a proteger la salud de los consumidores.
La implementación de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) es parte fundamental para cumplir con las exigencias del Decreto 307Las BPM aseguran que se sigan los principios básicos de higiene en todas las etapas de producción y distribución de alimentos, minimizando los riesgos de contaminación y asegurando la calidad de los productos.