San Francisco de Asís fue un santo italiano que vivió en tiempos difíciles de la Iglesia y la ayudó enormemente. Renunció a su herencia y dio mayor importancia a los bienes espirituales que a los materiales. Nació en Asís, Italia, en 1181 o 118Su padre era comerciante y su madre pertenecía a una familia noble. A pesar de tener una situación económica privilegiada, Francisco no se interesó por los negocios de su padre ni por los estudios. Disfrutaba de una vida sana y sin vicios, aunque gastaba mucho dinero pero siempre daba limosnas a los pobres.
En su juventud, Francisco se vio envuelto en pleitos y discordias entre las ciudades de Perugia y Asís. Fue prisionero durante un año y lo soportó con alegría. Después de recuperarse de una enfermedad grave, decidió unirse al ejército, pero abandonó esta carrera y volvió a su antigua vida con más seriedad. Se dedicó a la oración y tuvo la inspiración de vender todos sus bienes para seguir a Cristo en la pobreza. Un día, se encontró con un leproso y le dio un beso, demostrando así su deseo de ayudar a los más necesitados.
Francisco visitaba y servía a los enfermos en los hospitales, regalaba sus pertenencias y dinero a los pobres. Un día, una imagen de Jesucristo crucificado le habló y le pidió que reparara su Iglesia que estaba en ruinas. Francisco vendió su caballo y algunas ropas de la tienda de su padre para tener dinero y, así, arreglar la Iglesia de San Damián. Luego, decidió quedarse a vivir en esa iglesia y dedicarse a la oración y la penitencia.
San Francisco tuvo muchos seguidores y fundó la orden de los Hermanos Menores, también conocidos como franciscanos. Estos seguidores se dedicaban a la pobreza, la oración y la predicación del amor de Dios. La orden creció rápidamente y se expandió por diferentes países, llegando incluso a Tierra Santa.
La vida de San Francisco de Asís nos enseña importantes lecciones. Nos muestra la importancia de vivir la virtud de la humildad, contagiar el amor a Cristo a los demás, valorar el sacrificio, vivir con sencillez y amor a Dios, ser fieles a la Iglesia y ayudarla en momentos difíciles, y vivir cerca de Dios en lugar de enfocarnos en las cosas materiales.
La protección de San Francisco de Asís
El 4 de octubre se conmemora a San Francisco de Asís, patrón de los veterinarios, de los animales y de los ecologistas. Esta fecha celebra la vida animal en todas sus formas y promueve el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente.
San Francisco de Asís predicaba el amor hacia los animales y el respeto por el medio ambiente mucho antes de que estos temas se volvieran populares. Se cuenta que todas las especies de animales lo escuchaban y obedecían sus órdenes, e incluso un lobo salvaje fue amansado por él.
En la actualidad, muchas especies animales se encuentran en peligro de extinción debido principalmente a la caza ilegal. Algunos ejemplos son el elefante, el oso polar, el tigre de bengala, la ballena y el canguro.
Es importante reflexionar sobre el respeto que debemos mostrar hacia todas las especies animales y el cuidado que debemos tener con el medio ambiente en el que vivimos.
San Francisco de Asís fue un santo que dedicó su vida al servicio de Dios y de los más necesitados. Su ejemplo de humildad, amor a Dios y respeto por la naturaleza sigue siendo relevante en la actualidad. Celebrar su vida y enseñanzas nos invita a reflexionar sobre la importancia de vivir en armonía con la creación y de cuidar el medio ambiente y todas las especies animales.