El libro de Filipenses, escrito por el apóstol Pablo y Timoteo, es una epístola que forma parte del Nuevo Testamento de la Biblia. Fue escrita durante el primer encarcelamiento de Pablo en Roma, aproximadamente entre los años 60 y 62 d.C. Esta carta está dirigida a los creyentes de la iglesia de Filipos, una colonia romana que Pablo había fundado durante su segundo viaje misionero.
Capítulo 1
El capítulo 1 de Filipenses comienza con una breve introducción seguida de tres secciones clave. En la primera sección, Pablo expresa su agradecimiento y oración por los creyentes filipenses. Les muestra su aprecio y amor por ellos. En la segunda sección, Pablo habla sobre la expansión del evangelio y cómo su encarcelamiento ha servido para difundir el mensaje de Cristo. En la tercera sección, Pablo enfatiza la importancia de vivir para Cristo y estar dispuestos a sufrir por Él.
Capítulo 2
El capítulo 2 de Filipenses se centra en el tema del regocijo durante los tiempos de sufrimiento. Pablo utiliza el ejemplo de la humildad de Cristo para exhortar a los creyentes a ser humildes y a servir a los demás. Les anima a brillar como luces en un entorno oscuro y a trabajar juntos en unidad. Pablo también menciona a Timoteo y Epafrodito, dos compañeros de trabajo en el ministerio, y les da instrucciones sobre cómo deben ser tratados y apreciados.
Capítulo 3
En el capítulo 3 de Filipenses, Pablo habla sobre la importancia de Cristo como nuestro fundamento durante el sufrimiento. Destaca la superioridad de la fe en Cristo sobre las obras y advierte contra los falsos maestros que promueven la circuncisión como requisito para la salvación. Pablo anima a los creyentes a seguir adelante y a esforzarse por alcanzar la meta de seguir a Cristo, dejando atrás las cosas terrenales y centrando su atención en las cosas eternas.
Capítulo 4
El capítulo 4 de Filipenses se enfoca en la fuerza que podemos encontrar en Cristo durante los tiempos de sufrimiento. Pablo exhorta a los creyentes a regocijarse siempre en el Señor y a no preocuparse por nada, sino a confiar en Dios y hacerle conocer sus peticiones a través de la oración. Pablo también agradece a los filipenses por su apoyo financiero y les asegura que Dios suplirá todas sus necesidades. Concluye la carta enviando saludos a diferentes personas y bendiciones a los creyentes de Filipos.
Versículos clave
- Filipenses 1:21: porque para mí el vivir es cristo, y el morir es ganancia.
- Filipenses 2:8: y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Filipenses 3:7: pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de cristo.
- Filipenses 4:4: regocijaos en el señor siempre. otra vez digo: ¡regocijaos!
- Filipenses 4:6-7: por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. y la paz de dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en cristo jesús.
- Filipenses 4:13: todo lo puedo en cristo que me fortalece.
El libro de Filipenses nos enseña la importancia de regocijarnos en el Señor durante los tiempos de sufrimiento. Pablo anima a los creyentes a vivir para Cristo, a ser humildes, a buscar la unidad y a confiar en la fuerza que Cristo nos brinda. Este libro nos muestra cómo enfrentar los desafíos con alegría y confianza en Dios.