Las cartas de San Pablo, también conocidas como epístolas paulinas, son un conjunto de trece o catorce cartas atribuidas a Pablo de Tarso, escritas en griego koiné en el siglo I. Estas cartas forman parte del cristianismo paulino y son consideradas una fuente fundamental de pensamiento y espiritualidad para el cristianismo primitivo.
Las epístolas paulinas
Las epístolas paulinas no son cartas en el sentido convencional de correspondencia, sino que abarcan una amplia variedad de temas, como catequesis, polémicas, preceptos litúrgicos, reglas de convivencia, credos, especulaciones teológicas, recuerdos personales e ideas filosóficas y cristológicas. Algunas veces, estas ideas pueden ser contradictorias entre sí.
Se distinguen dos grupos de epístolas: las auténticas, que son ampliamente aceptadas como escritas por San Pablo, y las pseudoepigráficas o deuteropaulinas, que son atribuidas a otros autores asociados con Pablo. La Epístola a los Hebreos es considerada apócrifa y no se incluye en las ediciones protestantes del Nuevo Testamento.
Epístolas auténticas
Las siete epístolas consideradas auténticas son: la Epístola a los Romanos, Primera y Segunda Epístola a los Corintios, Epístola a los Gálatas, Epístola a los Filipenses, Primera Epístola a los Tesalonicenses y Epístola a Filemón. Estas cartas fueron dirigidas a comunidades cristianas fundadas por Pablo y son consideradas las más antiguas del Nuevo Testamento.
Se cree que estas epístolas fueron escritas por el Apóstol Pablo aproximadamente 20-25 años después de la muerte de Jesús de Nazaret. Sin embargo, algunas de ellas son compilaciones de varios textos y pueden contener interpolaciones posteriores.
Epístolas pseudoepigráficas
Las epístolas pseudoepigráficas o deuteropaulinas son atribuidas a discípulos de Pablo que las firmaron con su nombre. Estas epístolas incluyen la Epístola a Tito, Primera y Segunda Epístola a Timoteo, Epístola a los Efesios, Epístola a los Colosenses y Segunda Epístola a los Tesalonicenses. La autoría de estas cartas es discutida y se cree que no fueron escritas por Pablo, sino por sus seguidores.
Objetivo de las cartas de San Pablo
El objetivo principal de las cartas de San Pablo era instruir a los cristianos sobre cómo comportarse y responder a sus inquietudes. Estas cartas ofrecían ánimo, respondían preguntas, reprendían y agradecían a las comunidades cristianas. En las llamadas epístolas pastorales, el tema central era la organización interna de la iglesia.
Además de las cartas que se han conservado, se cree que Pablo escribió otros escritos que se han perdido. Por ejemplo, en la Primera Epístola a los Corintios, Pablo menciona una carta anterior que ya no se encuentra.
Influencia de las cartas de San Pablo
Las cartas de San Pablo tuvieron un impacto significativo en el cristianismo primitivo y en la historia de la cristiandad. Aunque fueron escritas para abordar problemas específicos en comunidades cristianas de la época, sus enseñanzas trascendieron el contexto original y se convirtieron en una tutorial espiritual para generaciones posteriores.
Las cartas de San Pablo son un conjunto de escritos fundamentales para comprender el pensamiento y la espiritualidad del cristianismo primitivo. Aunque algunas de estas cartas son atribuidas a otros autores, la influencia de Pablo de Tarso perdura en la historia de la cristiandad.