El libro amarse con los ojos abiertos aborda el tema del contacto visual y su importancia en las relaciones sexuales y románticas. El autor, Aaron Ben-Zeév, filósofo y experto en el amor de pareja, reflexiona sobre el papel de los ojos en la comunicación emocional y el significado de hacer el amor con los ojos abiertos.
El poder de los ojos en el amor
Los ojos han sido considerados como el espejo de nuestra mente y las ventanas del alma. Según Ben-Zeév, los ojos son cruciales para comunicar nuestras emociones y son el canal principal a través del cual se expresa el amor. En el amor, los ojos hablan más que las palabras y pueden revelar nuestras pasiones más profundas.
Un estudio realizado por la investigadora Mylene Bolmont demostró que el contacto visual prolongado y frecuente es una indicación de interés genuino, incluido el interés romántico. La mirada mutua es uno de los indicadores más confiables de amor entre las parejas y ayuda a diferenciar el amor de la lujuria. Mientras que en el amor las miradas se centran más en el rostro, en la lujuria la atención se dirige más hacia el cuerpo.
¿Es malo cerrar los ojos durante el sexo?
Según Ben-Zeév, cerrar los ojos durante el sexo no es un hábito universal y depende de cada individuo y las circunstancias. Algunas personas cierran los ojos porque les distrae el contacto visual y prefieren concentrarse en las sensaciones físicas. Otros los abren para disfrutar de la vista del cuerpo y los movimientos de su pareja. También hay quienes los abren o cierran en momentos específicos, dependiendo de la intimidad y la conexión emocional.
El autor destaca que cerrar los ojos durante el sexo no es algo bueno o malo, simplemente es una forma personal de disfrutar del acto sexual. Algunas personas encuentran en la imaginación y las fantasías sexuales una manera de dar rienda suelta a su deseo, y cerrar los ojos puede ayudarles a concentrarse en sus pensamientos eróticos.
El rol de la imaginación en el sexo
Tanto el amor romántico como el deseo sexual involucran el uso de la imaginación. En el amor, la imaginación incluye ilusiones positivas, mientras que en el sexo, las fantasías son más centrales. Las fantasías sexuales son una forma de lidiar con las limitaciones personales y las normas sociales, y pueden agregar datos positivos a la experiencia sexual. Para muchas mujeres, la fantasía puede ser suficiente para alcanzar el orgasmo sin estimulación física.
En este sentido, cerrar los ojos durante el sexo puede permitir a las personas sumergirse en sus fantasías y aumentar la excitación sexual. Es una forma de desconectarse del entorno y concentrarse en las sensaciones y pensamientos eróticos.
El sexo con luces encendidas y apagadas
La preferencia por tener sexo con las luces encendidas o apagadas puede variar según cada individuo. Algunas personas se sienten más cómodas y seguras con las luces apagadas, mientras que otras disfrutan de la intimidad y la conexión visual que proporciona tener las luces encendidas. Según una encuesta, aproximadamente el 54% de las personas prefieren tener sexo con las luces encendidas, mientras que el 46% prefiere las luces apagadas.
La exposición a la luz durante el sexo puede aumentar los niveles de testosterona en los hombres y mejorar la satisfacción sexual. Sin embargo, las preferencias pueden variar según factores como la comodidad con la propia sexualidad y la vergüenza o la timidez de mostrar el cuerpo.
El uso de vendas en los ojos
El uso de vendas para cubrir los ojos durante el sexo es otra forma de cerrar los ojos y puede aumentar la emoción al entregar el control a la pareja. Algunas razones para usar vendas en los ojos son condimentar las cosas, reducir las inhibiciones, intensificar otros sentidos, aumentar la confianza entre los compañeros y agregar un elemento de sorpresa.
La conexión entre el contacto visual y el deseo sexual es multifacética y depende de las preferencias individuales y las circunstancias. Cerrar los ojos durante el sexo no es bueno ni malo, simplemente es una forma personal de disfrutar y explorar la intimidad con la pareja. Los ojos son la clave del romance y pueden comunicar emociones más allá de las palabras y los actos físicos.