En el cuento el buscador del reconocido escritor y psicoterapeuta argentino Jorge Bucay, se nos presenta la historia de un hombre que se define a sí mismo como un buscador. Este buscador no tiene en mente un objetivo específico, sino que su vida misma es una constante búsqueda. Un día, el buscador siente una fuerte intuición de dirigirse hacia la ciudad de Kammir y sin dudarlo, decide emprender el viaje.
El viaje del buscador
Después de dos días de caminata, el buscador divisa a lo lejos la ciudad de Kammir. Sin embargo, antes de llegar al pueblo, se encuentra con una colina a su derecha que le llama la atención. Esta colina está cubierta de un verde maravilloso y está rodeada por una pequeña cerca de madera lustrada. El buscador siente una irresistible tentación de entrar y descansar en ese lugar.
Al cruzar la pequeña puerta de bronce, el buscador se adentra en un paraíso lleno de árboles, pájaros y flores encantadoras. Sus ojos, como los de un verdadero buscador, se posan en cada detalle de este hermoso lugar. Sin embargo, pronto algo perturbador: sobre una de las piedras se encuentra una inscripción que dice abedul tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días.
Este descubrimiento desconcierta al buscador, quien se da cuenta de que esta piedra no es simplemente una piedra, sino una tumba. Al mirar a su alrededor, se da cuenta de que todas las piedras tienen inscripciones similares: nombres y el tiempo exacto de vida de cada persona enterrada. Lo que más le impacta es darse cuenta de que incluso aquellos que han vivido más tiempo apenas superan los 11 años.
La revelación del cuidador del cementerio
Embargado por la tristeza y el horror, el buscador se sienta y comienza a llorar. En ese momento, el cuidador del cementerio se acerca y le pregunta si llora por algún familiar. El buscador le pregunta qué es lo que ha sucedido en este lugar y por qué hay tantos niños enterrados en este cementerio. El anciano sonríe y le explica la terrible verdad.
Resulta que en este pueblo, cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta. A partir de ese momento, cada vez que el joven disfruta intensamente de algo, abre su libreta y anota en ella el momento vivido y la duración de ese gozo. Cuando alguien fallece, se toma su libreta y se suma el tiempo disfrutado, escribiéndolo sobre su tumba. Para esta comunidad, el único y verdadero tiempo vivido es aquel en el que se ha disfrutado intensamente.
Reflexiones sobre el buscador
El cuento el buscador de Jorge Bucay nos invita a reflexionar sobre la importancia de vivir intensamente cada momento de nuestras vidas. A través de la historia del buscador y su descubrimiento en el cementerio, Bucay nos muestra cómo muchas veces nos dejamos llevar por la rutina y no apreciamos realmente las experiencias que vivimos.
El mensaje principal que transmite este cuento es que la vida no se trata de la cantidad de años que vivimos, sino de la calidad de los momentos que disfrutamos. Cada experiencia, por más breve que sea, puede ser significativa y merece ser valorada. Es importante aprender a apreciar cada instante y a vivir plenamente, sin dejar que el tiempo pase sin disfrutarlo.
En definitiva, el buscador es una historia que nos invita a reflexionar sobre cómo estamos viviendo nuestras vidas y cómo podemos aprovechar al máximo cada momento. Nos recuerda la importancia de ser conscientes de nuestras experiencias y de valorar cada instante como una oportunidad única.