La vivencia de satisfacción según freud: resumen seo

La vivencia de satisfacción es un concepto fundamental en la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud. Según Freud, el psicoanálisis no busca eliminar por completo el sufrimiento humano ni alcanzar la felicidad plena, sino más bien transformar la miseria neurótica en un infortunio corriente. En su obra el malestar en la cultura, Freud enfatiza que la felicidad es una utopía y que nuestros intentos de evitar el sufrimiento están destinados al fracaso.

Índice
  1. El sufrimiento humano y sus fuentes
  2. La búsqueda de la felicidad y el principio de placer
  3. El papel del psicoanálisis en la vivencia de satisfacción
  4. El alivio del sufrimiento y la búsqueda de nuevas formas de satisfacción

El sufrimiento humano y sus fuentes

Según Freud, el sufrimiento humano puede provenir de tres fuentes principales. En primer lugar, el propio cuerpo humano, condenado a la decadencia y a la muerte, experimenta dolor y angustia como signos de alarma. En segundo lugar, el entorno exterior puede ejercer fuerzas destructoras y omnipotentes sobre nosotros. Por último, las relaciones con otros seres humanos también pueden generar sufrimiento. Ante la magnitud de estos poderes, es comprensible que el ser humano se sienta feliz simplemente por haber escapado a la desgracia o haber sobrevivido al sufrimiento.

La búsqueda de la felicidad y el principio de placer

La aspiración humana a la felicidad se compone de dos aspectos: evitar el dolor y experimentar intensos sentimientos placenteros. Sin embargo, Freud plantea que esta búsqueda de la felicidad está en conflicto con el entorno real y con el principio de placer, que es el programa que fija una finalidad a la vida. Este programa es irrealizable y constantemente choca con las limitaciones y frustraciones de la existencia humana.

En su camino hacia el goce, la pulsión busca satisfacción más allá del principio de placer, lo que puede llevar a vivencias de displacer o incluso dolor. Freud sostiene que la satisfacción completa de la pulsión solo sería posible en el límite de la muerte. Por lo tanto, la vivencia de satisfacción implica un equilibrio entre el placer y el displacer, donde el analista puede intervenir para ayudar al sujeto a poner límites a la pulsión y encontrar nuevas formas de satisfacción.

El papel del psicoanálisis en la vivencia de satisfacción

El psicoanálisis, según Freud, no fue diseñado para operar directamente sobre el sufrimiento físico o el sufrimiento proveniente del entorno exterior. Sin embargo, en ciertos casos, como la interconsulta médica o situaciones de crisis, el psicoanalista puede tener un papel importante en ayudar al sujeto a aceptar y elaborar la realidad herida y construir una nueva trama psíquica.

El psicoanálisis se centra en el trabajo con lo que falta, ubicando lo real como causa de deseo. Esto implica la aceptación de pérdidas significativas y la posibilidad de destinar investiduras a nuevos objetos de amor o actividades. Además, el psicoanálisis se ocupa de las relaciones con los demás, tanto actuales como históricas, que pueden ser fuente de sufrimiento y satisfacción.

El alivio del sufrimiento y la búsqueda de nuevas formas de satisfacción

En el proceso analítico, se busca una mengua del goce y se apela a otras formas de satisfacción dentro del principio de placer. El analista puede señalar al sujeto cuándo está avanzando hacia el displacer y ayudarle a poner límites a la pulsión. La cura analítica implica una rectificación de la pulsión y la posibilidad de encontrar nuevas formas de placer y satisfacción.

La vivencia de satisfacción según Freud implica un equilibrio entre el placer y el displacer, donde el psicoanálisis puede desempeñar un papel importante en ayudar al sujeto a encontrar nuevas formas de satisfacción y aliviar el sufrimiento.

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