El fallo de Mendoza es un acontecimiento histórico que marcó un antes y un después en la lucha por la protección del medio ambiente en Argentina. En 2004, un grupo de vecinos y organizaciones sociales presentaron una acción de daño ambiental colectivo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, exigiendo la recomposición del ambiente y la creación de un fondo para financiar el saneamiento de la Cuenca.
La causa de Mendoza
La causa mendoza fue el nombre dado a esta demanda que buscaba responsabilizar al Estado Nacional, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el deterioro de la Cuenca. Después de años de contaminación, la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un fallo el 8 de julio de 2008 en el que se responsabilizó a los gobiernos mencionados y se les intimó a presentar un Plan de Saneamiento que recomponga el ambiente y mejore la calidad de vida de los habitantes de la Cuenca.
En respuesta a esta orden, en 2009 ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo) presentó el Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca (PISA). ACUMAR es un organismo público, autónomo y autárquico creado en 2006 para llevar a cabo el PISA. Está compuesto por representantes de la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y tiene la responsabilidad de regular, controlar y fomentar las actividades con incidencia ambiental en la Cuenca.
El significado de ACUMAR
La sigla ACUMAR corresponde a la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo. Este organismo fue creado con el objetivo de llevar adelante el Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca, y es un ente interjurisdiccional que articula las políticas públicas entre los tres estados que gobiernan el territorio: la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
ACUMAR cuenta con facultades de regulación, control y fomento respecto de las actividades industriales y la prestación de servicios públicos en la Cuenca. Además, puede intervenir administrativamente en materia de prevención, saneamiento, recomposición y utilización racional de los recursos naturales.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires también adhirió a los términos de la Ley Nacional que creó a ACUMAR, y designó representantes en el Consejo Directivo del organismo.
El impacto del fallo Mendoza
El fallo de Mendoza tuvo un impacto significativo en la sociedad argentina y en la protección del medio ambiente. Representó un reconocimiento por parte de la justicia de la responsabilidad del Estado y sentó un precedente para futuros casos de daño ambiental.
Además, el fallo estableció la necesidad de desarrollar un Plan de Saneamiento Ambiental, lo cual implicó un compromiso por parte del gobierno y de ACUMAR para trabajar en la recomposición del ambiente y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la Cuenca.
El fallo de Mendoza fue un hito en la lucha por la protección del medio ambiente en Argentina. Marcó un antes y un después al responsabilizar al Estado y establecer la necesidad de un Plan de Saneamiento Ambiental. ACUMAR, como organismo encargado de llevar a cabo este plan, juega un papel fundamental en la protección y recomposición de la Cuenca Matanza-Riachuelo. Sin embargo, es necesario continuar trabajando para garantizar que se cumplan las obligaciones establecidas en el fallo y lograr un ambiente sano y sustentable para las generaciones presentes y futuras.