El capítulo 28 de Rayuela, la aclamada novela del escritor argentino Julio Cortázar, es uno de los episodios más significativos de la historia. En este capítulo, se revela el destino de uno de los personajes más emblemáticos de la novela, La Maga. A través de una serie de encuentros y desencuentros, Cortázar nos sumerge en la complejidad de las relaciones humanas y en la búsqueda constante del amor y la identidad.
El encuentro entre Edith Aron y Julio Cortázar
La primera vez que Edith Aron y Julio Cortázar hablaron fue en una librería de París, donde se reconocieron mutuamente. Este encuentro fortuito marca el inicio de una relación que cambiaría sus vidas para siempre. Aron cuenta que Cortázar estaba influenciado por los surrealistas, quienes creían en la importancia de las coincidencias. A partir de ese momento, comenzaron a compartir momentos juntos, leyendo poemas y hablando de amigos comunes en Buenos Aires.
Antes de este encuentro en París, Aron y Cortázar se habían visto por primera vez en un viaje en barco entre Buenos Aires y Europa en 1950. Sin embargo, su relación no comenzó hasta años después, cuando Cortázar ya había iniciado una relación con Aurora Bernárdez, quien sería su esposa.
La relación entre Aron y Cortázar
La relación entre Aron y Cortázar fue compleja y llena de altibajos. Aron confiesa que en un principio no sabía si estaba enamorada de él. Sin embargo, al perderlo, se dio cuenta de que realmente lo quería. A pesar de esto, Cortázar decidió por Aurora y Aron cambió París por Berlín, donde se dedicó a la traducción de obras de literatura latinoamericana.
Aron y Cortázar mantuvieron contacto a lo largo de los años, y su relación quedó inmortalizada en la novela Rayuela. La Maga, uno de los personajes principales de la novela, está inspirada en Aron y representa la musa de Cortázar. A través de La Maga, Cortázar explora temas como el amor, la pasión y la identidad.
El fallecimiento de La Maga
Dos meses antes de la confirmación de su fallecimiento, La Maga, Edith Aron, murió en Londres a los 96 años. Aunque oficialmente se informó que la causa de su muerte fue neumonía y una falla renal, su hija Joanna Bergin sospecha que podría haber sido provocada por el COVID-1Sin embargo, no se realizaron pruebas para confirmarlo.
El fallecimiento de La Maga es un momento triste para los admiradores de Rayuela y para aquellos que reconocen su importancia en la vida y obra de Julio Cortázar. Su personaje es un símbolo de la búsqueda constante del amor y la identidad, y su muerte deja un vacío en la narrativa de la novela.
La relevancia del capítulo 28 en Rayuela
El capítulo 28 de Rayuela es fundamental para entender la trama y los temas principales de la novela. A través de este capítulo, Cortázar explora conceptos como el amor, la pasión, la identidad y la pérdida. La historia de La Maga y su relación con el protagonista de la novela nos lleva a reflexionar sobre nuestras propias experiencias y emociones.
Además, el capítulo 28 nos muestra la habilidad de Cortázar para crear personajes complejos y realistas. La Maga es una figura enigmática y cautivadora que representa la dualidad de la vida y el amor. Su muerte trágica nos recuerda la fragilidad de la existencia y la importancia de aprovechar cada momento.
El capítulo 28 de Rayuela es un momento crucial en la historia de la novela. A través de este episodio, Julio Cortázar nos sumerge en la complejidad de las relaciones humanas y nos invita a reflexionar sobre temas universales como el amor, la pasión y la identidad. La Maga, inspirada en la vida real de Edith Aron, se convierte en un personaje inolvidable y en un símbolo de la búsqueda eterna del sentido de la vida. Su fallecimiento deja un vacío en la narrativa de la novela, pero su legado perdurará en la memoria de los lectores.