En la clásica obra facundo de Domingo F. Sarmiento, se presenta una visión ambivalente del gaucho. Por un lado, Sarmiento lo ve como sinónimo de barbarie, analfabetismo y violencia. Sin embargo, también reconoce ciertas habilidades y características admirables en el gaucho.
Capítulo 1: Civilización y barbarie
En este capítulo, Sarmiento establece la dicotomía entre la civilización y la barbarie. Considera al gaucho como un representante de la barbarie, caracterizándolo por su analfabetismo, brutalidad con los animales y primitivismo religioso. Sin embargo, también destaca ciertos oficios del gaucho que admira, como el cantor, el baquiano y el rastreador.
El cantor
Sarmiento describe al cantor como un trovador de la Edad Media, que recorre los campos cantando sobre héroes perseguidos por la justicia, tragedias y hazañas. Aunque lo presenta como un personaje ligado a la barbarie, reconoce su importancia en la cultura gauchesca.
El baquiano
Sarmiento se deslumbra con el baquiano, quien posee un conocimiento profundo de las llanuras, bosques y montañas. Considera al baquiano como un topógrafo completo, capaz de guiar a un general durante una guerra civil. Destaca su habilidad para encontrar vados ocultos en ríos, senderos en ciénagas y orientarse en campos sin límites ni señales.
El rastreador
Para Sarmiento, el rastreador es el personaje más extraordinario. En un entorno donde no hay caminos ni señales, el rastreador es capaz de seguir la huella de un animal y distinguirlo entre miles. Considera esta habilidad como una especie de magia, ya que solo aquellos que saben leer en la tierra pueden comprender esta escritura desconocida para los demás.
Capítulo 2: Rosas y su tiempo
En este capítulo, Sarmiento se refiere a Juan Manuel de Rosas, el caudillo y líder político argentino. Aunque Sarmiento no muestra una admiración directa por Rosas, destaca su habilidad para reconocer los diferentes sabores de los yuyos, lo que le permite determinar en qué estancia se encuentra.
A lo largo de facundo, Sarmiento muestra una visión contradictoria del gaucho. Por un lado, lo desprecia y lo considera representante de la barbarie. Por otro lado, admira ciertas habilidades y características de los gauchos. Esta ambivalencia refleja la complejidad de la sociedad argentina de la época y la dificultad de clasificar a personajes como Sarmiento y su percepción del gaucho.
En facundo, Domingo F. Sarmiento expone su visión del gaucho, presentándolo como un símbolo de la barbarie pero reconociendo ciertas cualidades admirables en ellos. A través de los personajes del cantor, el baquiano y el rastreador, Sarmiento destaca las habilidades y conocimientos que poseen los gauchos, aunque los coloca en el contexto de la barbarie. Esta ambivalencia refleja las contradicciones y complejidades de la sociedad argentina de la época.
Aunque Sarmiento fue un personaje polémico y sus opiniones pueden resultar controvertidas en la actualidad, facundo sigue siendo una obra fundamental para comprender la historia y la cultura argentina del siglo XIX.