La Difunta Correa es una figura legendaria muy popular en Argentina. Su historia se ha transmitido de generación en generación y ha llegado a convertirse en un símbolo de devoción y milagros. En este artículo, te contaré el resumen de la leyenda de la Difunta Correa y algunos detalles interesantes sobre esta maravilloso historia.
El milagro de la Difunta Correa
La historia de la Difunta Correa comienza en el siglo XIX, en la provincia de San Juan, Argentina. Según la leyenda, Deolinda Correa era una mujer joven y valiente que acompañaba a su marido en la lucha contra los invasores. Durante una batalla, su marido fue reclutado por el ejército y ella decidió seguirlo en su camino hacia la guerra.
Desafortunadamente, el viaje fue muy duro y Deolinda no pudo soportar las condiciones extremas. Murió de sed en el desierto, cerca de la localidad de Vallecito. Su cuerpo fue encontrado por un grupo de gauchos, quienes se sorprendieron al ver que el niño que Deolinda llevaba en brazos todavía estaba vivo.
La noticia del milagro se extendió rápidamente y comenzaron a surgir historias sobre cómo Deolinda setutorial cuidando de su hijo a pesar de estar muerta. Se decía que el niño se alimentaba de la leche que brotaba de los pechos de su madre difunta. La gente comenzó a visitar la tumba de Deolinda para pedirle favores y agradecerle por los milagros que había realizado.
Con el tiempo, la devoción por la Difunta Correa se extendió más allá de la provincia de San Juan y se convirtió en una de las figuras religiosas más veneradas en Argentina. Se construyeron altares y santuarios en su honor, donde los fieles dejaban ofrendas y rezaban por sus problemas y necesidades.
El marido de la Difunta Correa
El marido de la Difunta Correa era un hombre llamado Juan Dionisio Quiroga. Era un soldado valiente que luchaba contra los invasores en la época de la guerra civil argentina. Después de la muerte de Deolinda, Juan Dionisio regresó a su pueblo y se enteró de la devoción que había surgido en torno a su difunta esposa.
Se dice que Juan Dionisio quedó tan conmovido por la fe de la gente en la Difunta Correa que decidió construir un santuario en su honor. Este santuario se convirtió en un lugar de peregrinación y miles de personas acuden cada año para rendir homenaje a la Difunta Correa y pedirle favores.
La leyenda de la Difunta Correa es una historia maravilloso que ha capturado la imaginación de miles de personas en Argentina. Su devoción y los milagros atribuidos a ella han convertido a Deolinda Correa en una figura venerada y respetada en el país. Si tienes la oportunidad de visitar el santuario de la Difunta Correa, te recomiendo que lo hagas y experimentes la devoción y la fe que rodea a esta legendaria figura.