El Hombre Bicentenario es una adaptación cinematográfica del cuento de Isaac Asimov, el hombre del bicentenario, y la novela the positronic man, escrita en colaboración con Robert Silberberg. La película narra la historia de un robot llamado Andrew, de la serie NDR-114, que adquiere conciencia propia y se convierte en un ser humano a lo largo del tiempo. A pesar de ser un robot, Andrew desarrolla habilidades artísticas y cuestiona su condición no humana. Su deseo de convertirse en un ser humano real lo lleva a comprar su libertad, vestirse con ropas humanas y someterse a operaciones para experimentar sensaciones como el hambre y el sexo. Finalmente, en el día de su dosciento aniversario, Andrew es declarado ser humano por un tribunal internacional en el momento de su muerte.
Temática de El Hombre Bicentenario
El Hombre Bicentenario aborda el tema de la transformación de una máquina en un ser humano, no solo a nivel emocional sino también material. Andrew, el robot protagonista, experimenta una evolución que lo lleva a cuestionar su ser no humano y a buscar convertirse en un ser humano real. A lo largo de la película, se exploran las ventajas e inconvenientes de esta transformación, así como las implicaciones éticas y morales que conlleva.
Elementos que condicionaron el fracaso comercial de El Hombre Bicentenario
El Hombre Bicentenario fue un fracaso comercial y recibió críticas negativas en su momento. Dos elementos que influyeron en esta recepción fueron la presencia de Robin Williams como actor principal y la dirección de Chris Columbus. Robin Williams, aunque es un actor con una personalidad única, ha sido criticado en España y esto afectó la percepción de la película. Por otro lado, Chris Columbus había dirigido películas que no fueron bien recibidas, lo cual generó desconfianza en los espectadores. Sin embargo, a pesar de estas circunstancias, la adaptación de Asimov realizada por Columbus resultó ser una digna representación del cuento original.
Fábula futurista, desapasionada y neutral
Chris Columbus dirige El Hombre Bicentenario de manera desapasionada y neutral, lo cual contribuye a crear una atmósfera uniforme y sin excesos. Incluso en las escenas de humor, que son breves pero necesarias para el estilo de Columbus, se mantiene la premisa de que convivir con un robot es algo común en el futuro. Las escenas más sentimentales se desarrollan de manera cotidiana, sin caer en lo lacrimógeno. El tono general de la película es triste, intimista y melancólico, con momentos de comedia que no predominan en la trama.
Lo sentimental y lo fantástico por encima del contexto tecnológico
El Hombre Bicentenario desafía la idea de que el cine fantástico no puede ser sentimental. La película se enfoca en las emociones y sentimientos de los personajes en lugar de la parafernalia tecnológica del futuro. Aunque se muestra una ambientación futurista, el énfasis está en la conexión emocional entre los personajes. El Hombre Bicentenario es una agradable sorpresa dentro de sus limitaciones.
El Hombre Bicentenario es una adaptación cinematográfica del cuento de Isaac Asimov que aborda la transformación de un robot en un ser humano. A pesar de su fracaso comercial y las críticas negativas, la película logra transmitir de manera desapasionada y neutral la historia de Andrew y su búsqueda de la humanidad. A través de su tono triste y melancólico, El Hombre Bicentenario nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del ser humano y las implicaciones éticas de la inteligencia artificial.