Explotación del caucho: proceso de obtención y impacto en la amazonia

El caucho es un material ampliamente utilizado en la industria, especialmente en la fabricación de neumáticos y productos relacionados. Pero, ¿cómo se obtiene el caucho? El proceso de explotación del caucho comienza con la recolección del látex de los árboles de caucho, generalmente de la especie Hevea. A los 8 años de edad, los árboles están listos para ser explotados mediante un proceso conocido como sangría. Esto implica hacer cortes en la corteza de los árboles para que el látex líquido pueda fluir. El látex líquido se recolecta en recipientes y se solidifica para su posterior procesamiento.

Una vez que se ha recolectado una cantidad suficiente de látex sólido, se corta en trozos más pequeños y se somete a un tratamiento químico para oscurecerlo. Luego, se compacta en pacas de caucho natural que están listas para ser utilizadas en la fabricación de neumáticos y otros productos. Para aumentar la dureza y durabilidad del caucho natural, se lleva a cabo un proceso llamado vulcanización. Esto implica hacer pasar el caucho entre rodillos para hacerlo maleable y luego agregar agentes químicos como óxido de zinc, mercaptobenzotiazol y azufre para mejorar sus propiedades.

Además, se pueden agregar cargas como carbonato de calcio o caolín a la mezcla para obtener diferentes productos de caucho. Una vez que se ha logrado una mezcla homogénea, se obtienen láminas grandes de caucho mediante el uso de un molino de caucho. Estas láminas se utilizan como base para la construcción de neumáticos y otros productos de caucho.

Índice
  1. La explotación del caucho en la historia
  2. La explotación del caucho en la actualidad

La explotación del caucho en la historia

La extracción del caucho tuvo su auge a mediados del siglo XIX, cuando se descubrió su utilidad en la fabricación de neumáticos. La demanda de caucho aumentó rápidamente con la fabricación masiva de automóviles y la invención de los neumáticos. La Amazonia, especialmente en sus límites occidentales, era una región rica en árboles de caucho, lo que llevó a una verdadera fiebre del caucho. Emprendedores y buscadores de fortuna se adentraron en la selva en busca de riquezas.

Uno de estos buscadores de fortuna fue el comerciante peruano Julio César Arana. Arana adquirió grandes extensiones de tierra en el río Putumayo y utilizó la esclavitud para recolectar el caucho de los árboles. Miles de indígenas locales fueron esclavizados y sometidos a malos tratos. Muchos murieron debido a las condiciones de trabajo inhumanas y las enfermedades introducidas por los comerciantes y buscadores de caucho. Esta explotación brutal fue revelada al entorno exterior por el ingeniero estadounidense Walter Hardenburg en 190

La indignación pública por las atrocidades cometidas en la extracción del caucho llevó a la intervención del gobierno británico. En 1910, se envió una comisión de investigación al Putumayo, y se descubrieron evidencias abrumadoras de abusos y violaciones de derechos humanos. Los hermanos Arana, responsables de la empresa Peruvian Amazon Rubber Company, fueron juzgados y su empresa fue cerrada. Este episodio vergonzoso en la historia de la explotación del caucho llevó al declive de la fiebre del caucho y al surgimiento de plantaciones de caucho en Asia.

La explotación del caucho en la actualidad

Aunque la fiebre del caucho en la Amazonia quedó en el pasado, la explotación de los recursos naturales continúa siendo un problema en la región. La creciente demanda de recursos naturales, como el petróleo y el gas, ha llevado a la invasión de territorios indígenas en busca de estos recursos. Las comunidades indígenas, como los matsés en Perú, se resisten a la entrada de empresas extractivas en sus tierras. La avaricia y la falta de respeto por las diferencias culturales siguen siendo una amenaza para los pueblos indígenas de la Amazonia.

La explotación del caucho ha sido una parte importante de la historia industrial y ha tenido un impacto significativo en las comunidades indígenas de la Amazonia. Aunque la fiebre del caucho en su forma más brutal quedó en el pasado, la explotación de los recursos naturales continúa siendo un desafío para la protección de los derechos humanos y la preservación de la diversidad cultural en la región.

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