Conocer otras formas de vivir y otras culturas nos ayuda a entender y aceptar las diferencias que existen entre las personas, y conocer el pasado contribuye a descubrir nuestras raíces y entender el presente. En este artículo, hablaremos sobre los incas, un antiguo pueblo que habitó en América del Sur y que dejó una gran huella en la historia. Aprenderemos sobre su origen, sus costumbres y su forma de vida, para descubrir su singularidad y comprender la importancia de la educación inclusiva.
Origen de los incas
Existen diferentes explicaciones sobre el origen de los incas. Según una leyenda, el Dios Sol hizo nacer a Manco Cápac y Mama Ocllo, los primeros fundadores de la civilización inca, del lago Titicaca. Otra versión sostiene que Manco Cápac descendió de Pacaritambo junto a sus hermanos para fundar Cuzco y convertirse en el primer emperador.
Los hallazgos históricos demuestran que los incas eran originarios del reino altiplánico Tiauanaco en Perú. Su estado fue invadido por oleadas de militares de la etnia aimara, lo que provocó que los incas se desplazaran hasta llegar a la zona de Cuzco, donde finalmente se asentaron y construyeron su imperio.
Costumbres de los incas
Los incas tenían costumbres y formas de vida muy particulares. Vivían en chozas hechas con piedra y paja, que solo tenían una habitación y no tenían ventanas. Las paredes de sus viviendas estaban pintadas con colores brillantes, lo que les daba un aspecto alegre y llamativo.
En cuanto a su alimentación, los incas consumían una variedad de alimentos, entre los que destacaban las papas rojas, los camotes, el maní, el maíz, los ajíes, el tomate, la oca, los frejoles, el zapallo y la guayaba. En las zonas altas de los Andes, se cultivaron y cosecharon hasta 200 especies de papas, que se diferenciaban por su color y tamaño. Además, desarrollaron un sistema de intercambio económico basado en estos alimentos.
La educación era muy importante para los incas. Los niños recibían una educación acorde a su nivel social. Para poder usar las orejeras, un distintivo de estatus, debían estudiar durante cuatro años en la escuela. Durante el primer año, aprendían la lengua quechua; en el segundo año, recibían educación religiosa basada en la leyenda sobre el origen de los incas; en el tercer año, se les enseñaba a utilizar el quipu, unas cuerdas que servían para aprender los números y los principales acontecimientos del imperio; y, finalmente, en el cuarto año, estudiaban la historia del imperio y las normas morales.
Los incas adoraban a varios dioses, como Viracocha, la divinidad principal, representado con dos báculos en las manos. También adoraban al Dios Sol, Inti, representado con un redondel de oro rodeado de rayos. Mama Quilla, la luna, era la diosa de la fertilidad y la esposa del Dios Sol, y Pacha Mama era la madre tierra. Además, adoraban a otros dioses relacionados con fenómenos naturales como los temblores, los rayos y las lluvias. También consideraban sagrados a tres animales: la serpiente, el puma y el cóndor.
Los incas tenían otras costumbres curiosas. Por ejemplo, cuando nacía un niño, su padre lo llevaba al río para bañarlo y luego lo envolvía en mantas, colocando tablas a los lados de su cabeza para darle una forma alargada, característica de los incas. A los seis años, se le asignaba un padrino que pertenecía al Consejo de Ancianos, y se realizaba una ceremonia de corte de pelo y uñas, y se le daba un nombre elegido por los padres. A partir de ese momento, el niño estaba listo para trabajar y ganarse la vida.
La importancia de la educación inclusiva
La educación inclusiva es fundamental para garantizar un futuro mejor a todos los niños y niñas, especialmente aquellos que viven en situaciones de pobreza o enfrentan discriminación por diferentes motivos. En Educo, trabajamos para ofrecer una educación inclusiva a todos los niños y niñas, utilizando métodos activos que fomenten la participación, promoviendo el respeto y la aceptación de las diferencias culturales.
En América, nuestra labor se enfoca en países como Centroamérica y América del Sur, donde existen grandes desigualdades y brechas en el acceso a servicios básicos como la educación y la salud. Trabajamos para reducir estas desigualdades y brindar oportunidades a todos los niños y niñas, para que puedan desarrollarse plenamente y construir un futuro mejor.
Los incas fueron un pueblo único con costumbres y forma de vida maravillosos. Conocer su historia nos ayuda a comprender la importancia de la educación inclusiva y el valor de aceptar y valorar las diferencias culturales. A través de la educación, podemos construir un entorno más justo y equitativo para todos.