La civilización inca fue la más grande de Sudamérica, ocupando parte de los actuales países de Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. Se desarrolló entre 1200 D.C. y 1533 D.C. Durante más de 3 siglos, los incas construyeron un imperio conquistador y fuerte, con importantes conocimientos en arquitectura, cerámica, textilería y orfebrería. Aún hoy en día, podemos admirar las impresionantes construcciones incas como Sacsayhuaman, Ollantaytambo, Choquequirao y Machu Picchu.
El origen legendario de los incas
Según la tradición oral, existen dos leyendas que explican el origen de los incas. La primera leyenda cuenta la historia de los hermanos Ayar, quienes fueron enviados por el dios andino 'Wiracocha' en busca de tierras fértiles para fundar una civilización. Después de varios conflictos, solo quedó Ayar Manco, quien fundó la nación inca en Cusco.
La segunda leyenda cuenta que el dios sol decidió enviar a su hijo Manco Cápac y su esposa Mama Ocllo a la tierra para civilizarla y rendirle culto al sol. Llegaron al Cusco y fundaron la nación inca hundiendo un cetro de oro en el cerro Huanacauri.
El origen histórico de los incas
Tanto las leyendas como las fuentes históricas indican que los incas provinieron de la región altiplánica, en la frontera entre Perú y Bolivia. Debido a la amenaza de los pueblos aimaras y collas, las etnias lideradas por Manco Cápac tuvieron que emigrar hacia el sur en busca de tierras fértiles. Finalmente, se establecieron en Cusco y se aliaron con los pueblos quechuas que ya habitaban la zona, formando así la sociedad inca.
El auge del imperio inca
Los incas se asentaron en Cusco alrededor del año 1200 D.C. Durante esta etapa inicial, conocida como 'Curacazgo del Cusco', tuvieron constantes conflictos con los ayllus vecinos y no lograron una gran expansión de su territorio. Sin embargo, durante el gobierno de Pachacutec, quien fue un gran estadista, el imperio inca experimentó un gran crecimiento. Pachacutec expandió los territorios, formuló leyes para la organización de la sociedad y mandó construir importantes ciudadelas como Machu Picchu. Además, estableció una red de caminos incas llamada 'qhapac ñan' que conectaba las principales ciudades y templos del imperio.
La caída del imperio inca
Después de la muerte de Huayna Cápac, los hijos de este se enfrentaron en una guerra civil por el control del trono. Los españoles aprovecharon esta división y llegaron a Cajamarca en 1532 bajo el liderazgo de Francisco Pizarro. Capturaron al último gobernante inca, Atahualpa, y a pesar de recibir un rescate, lo asesinaron. Luego, los españoles se dirigieron a Cusco y conquistaron el imperio inca. Aunque hubo intentos de resistencia por parte de los incas, como la rebelión de Manco Inca en Vilcabamba, finalmente el poder inca fue derrotado y el imperio llegó a su fin.
El legado de los incas
Los incas dejaron un legado cultural y arquitectónico impresionante. Su conocimiento en cerámica, textilería, orfebrería y arquitectura era avanzado para su época. Construyeron ciudades y templos de piedra con gran precisión, como Sacsayhuaman, Coricancha y Machu Picchu. Además, desarrollaron un sistema de gobierno sofisticado, basado en la redistribución del trabajo y el registro de productos a través de cuerdas anudadas llamadas 'quipus'. También establecieron una extensa red de caminos incas, los 'qhapac ñan', y un sistema de mensajería eficiente conocido como 'chasquis'.
A pesar de la caída del imperio inca, su legado perdura hasta el día de hoy. Las impresionantes construcciones incas y su rica cultura siguen siendo un gran atractivo turístico y una muestra de la grandeza de esta civilización.