La Constitución de 1853 es considerada una de las leyes fundamentales más importantes en la historia de Argentina. Fue sancionada por una Convención Constituyente reunida en Santa Fe y promulgada el 1 de mayo de ese mismo año por Justo José de Urquiza, quien en ese momento era el Director Provisional de la Confederación.
Los redactores de la Constitución de 1853
La redacción de la Constitución de 1853 estuvo a cargo de veinticuatro diputados, quienes suscribieron el texto impulsado por Justo José de Urquiza. Estos diputados provenían de diferentes provincias y tenían la tarea de establecer una ley fundamental que organizara el país después de la declaración de independencia en 181
El libro los constituyentes de 1853: su genealogía y descendencia, promovido por el Jockey Club y realizado por el Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, ofrece una visión exhaustiva de las biografías y orígenes de los constituyentes. Este trabajo de investigación genealógica revela la importancia de comprender los orígenes de las personas para entender su papel en la historia y su contribución a la construcción del futuro.
Características de los constituyentes
Los constituyentes de 1853 provenían de diferentes ámbitos y tenían diversas formaciones. Quince de ellos eran abogados, otros tenían conocimientos jurídicos y capacitación en leyes, y algunos eran sacerdotes, políticos, literatos o militares. La edad de los constituyentes también variaba, con edades que iban desde los 28 hasta los 66 años. Además, se destacaba la diversidad de origen regional, con la mayoría proveniente de Tucumán y Cuyo, y el resto del litoral rioplatense.
En cuanto a sus antepasados, se observa que la mayoría de los constituyentes tenían ascendencia europea, principalmente española. Sin embargo, todos ellos, excepto uno, eran hijos de madres criollas. Este dato es relevante, ya que demuestra el arraigo y el sentido de nación común que se advierte en los constituyentes, proveniente de sus madres criollas.
La importancia de la Constitución de 1853
La Constitución de 1853 sentó las bases jurídicas del Estado de la República Argentina. El texto constaba de un preámbulo y 107 artículos, organizados en dos partes: los derechos de los habitantes y la organización del gobierno. Esta constitución estableció un sistema republicano con división de poderes y una federación de provincias autónomas.
A lo largo de los años, la Constitución de 1853 ha sufrido reformas, la última de las cuales tuvo lugar en 199Sin embargo, los principales contenidos de la ley fundamental se han mantenido, aunque se han modificado aspectos de la estructura institucional y se han incorporado nuevos derechos.
La negativa de Buenos Aires a aceptar la Constitución de 1853
A pesar de la importancia de la Constitución de 1853, Buenos Aires inicialmente se negó a aceptarla. Esta provincia, que era una de las catorce que conformaban la Confederación Argentina, decidió no participar en la Convención Constituyente y no suscribió el texto constitucional.
La negativa de Buenos Aires se debió a diferentes motivos, entre ellos, su descontento con el sistema federal propuesto por la Constitución. Buenos Aires, que en ese momento era la provincia más rica y poblada, tenía intereses particulares y buscaba mantener una mayor autonomía y control sobre sus asuntos internos.
Finalmente, en 1860, Buenos Aires se unió a la Confederación Argentina y aceptó la Constitución de 1853, luego de la firma del Pacto de San José de Flores, que estableció un acuerdo político entre Buenos Aires y la Confederación.
Futuras publicaciones sobre la historia argentina
El Jockey Club tiene previsto publicar un nuevo libro centrado en la biografía, genealogía y descendencia de Carlos Pellegrini, en conmemoración del 130 aniversario de su juramento como presidente de la república. Esta publicación se suma a los esfuerzos del club por promover la cultura y la investigación de la historia argentina.
La Constitución de 1853 es un documento fundamental en la historia de Argentina. Fue redactada por veinticuatro diputados de diferentes provincias, quienes buscaban establecer una ley fundamental que organizara el país. Aunque inicialmente Buenos Aires se negó a aceptarla, finalmente se unió a la Confederación y aceptó la Constitución. Esta ley ha sido reformada a lo largo de los años, pero ha mantenido su importancia como base jurídica del Estado argentino.