La duda metódica en la meditación de descartes

La primera meditación de Descartes se centra en el escepticismo y la duda metódica como punto de partida para la búsqueda de la verdad. Descartes comienza cuestionando la fiabilidad de los sentidos y plantea la posibilidad de que todo lo que percibimos a través de ellos sea falso. Llega a la conclusión de que es necesario dudar de todo lo que ha aprendido hasta ahora para poder construir un conocimiento sólido y seguro.

Índice
  1. La duda metódica
  2. La existencia del yo pensante
  3. La existencia de Dios

La duda metódica

Descartes propone utilizar la duda como un método para descartar todas las creencias y conocimientos adquiridos a lo largo de la vida. Para ello, plantea la existencia de un poderoso genio maligno que se dedica a engañarnos en todo momento, haciendo que todo lo que percibimos sea falso. Esta hipótesis de la duda hiperbólica nos lleva a cuestionar incluso las verdades más evidentes y nos obliga a buscar un fundamento sólido para el conocimiento.

La existencia del yo pensante

Descartes llega a la conclusión de que, aunque pueda dudar de todo, no puede dudar de su propia existencia como pensador. El famoso pienso, luego existo resume esta idea. Aunque todo lo demás pueda ser una ilusión, la existencia del yo pensante es indudable. Es a partir de esta certeza que Descartes intenta reconstruir el conocimiento desde cero.

La existencia de Dios

Descartes argumenta que la idea de Dios es innata en nosotros y no puede ser producto de la experiencia sensorial. Esta idea de un ser perfecto y supremo es tan clara y distinta que no puede ser falsa. A partir de esta idea, Descartes plantea la existencia de Dios como una garantía de que nuestras facultades cognitivas no nos engañan completamente. Si Dios existe y es bueno, no tendría razón para engañarnos sistemáticamente.

La primera meditación de Descartes nos invita a cuestionar todas nuestras creencias y conocimientos para construir un conocimiento sólido y seguro. A través de la duda metódica, Descartes busca un fundamento indudable para el conocimiento, partiendo de la existencia del yo pensante y la existencia de Dios como garantía de la fiabilidad de nuestras facultades cognitivas.

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