Juicio de sócrates: resumen y consecuencias

El juicio de Sócrates se llevó a cabo en el año 399 a.C. en Atenas, donde fue acusado por corromper a los jóvenes, no creer en los dioses y tratar de introducir nuevos dioses. Aunque oficialmente se le acusó de impiedad, también conocida como asebeia. El juicio y la ejecución de Sócrates son ampliamente conocidos gracias a los relatos de dos de sus contemporáneos, Platón y Jenofonte.

Índice
  1. Antecedentes del juicio
  2. El proceso
  3. El juicio de Sócrates en los relatos de sus contemporáneos
  4. Interpretaciones del juicio

Antecedentes del juicio

Sócrates era una figura conocida en Atenas antes de su juicio. Fue retratado en la comedia de Aristófanes las nubes como un estafador pomposo. Aunque Sócrates nunca escribió nada, su discípulo Platón escribió muchos diálogos socráticos donde Sócrates era el personaje central. Sus preguntas y examen cruzado a menudo refutaban las reputaciones de los sabios y virtuosos, lo que molestaba a muchos en la sociedad ateniense. El método socrático también fue imitado por los jóvenes atenienses, lo que perturbaba el orden social y los valores establecidos. Además, Sócrates criticaba la democracia y la práctica de las elecciones de grupo en Atenas.

La visión de Sócrates sobre la religión también era particular. Hacía referencia a su espíritu personal o daimon, aunque afirmaba que nunca se le había impuesto, sino que le advertía sobre posibles acontecimientos. Esto generaba sospechas de impiedad y rechazo a la religión estatal. Sócrates también enfatizaba que vivir virtuosamente era más importante que el culto a los dioses.

El proceso

El juicio de Sócrates comenzó con la presentación de cargos formales por parte de tres hombres: Ánito, Meleto y Licón. Después de que el arconte determinara que había un caso que debía ser juzgado, Sócrates se presentó frente a un jurado de 501 ciudadanos atenienses para responder a los cargos de corrupción de los jóvenes y asebeia.

El juicio se llevó a cabo con un jurado seleccionado por lotería entre ciudadanos voluntarios de todas las clases sociales. A diferencia de los juicios modernos, la mayoría de los veredictos eran regla más que excepción. Después de que Sócrates y su acusador presentaron sus argumentos, el jurado votó a favor de condenarlo por 280 votos contra 22

Después de la condena, Sócrates y el fiscal propusieron diferentes sentencias. Sócrates bromeó proponiendo que se le diera comida gratuita en el Pritaneo, pero luego ofreció pagar una multa de 100 dracmas o 1 mina de plata, que era una quinta parte de sus posesiones y demostraba su pobreza. Finalmente, acordó pagar una multa de 3000 dracmas o 30 minas de plata. Sin embargo, su acusador propuso la pena de muerte.

Aunque se le recomendó a Sócrates que huyera, él se negó por principios y llevó a cabo su propia ejecución bebiendo cicuta. Murió a la edad de 70 años y se convirtió en uno de los primeros mártires intelectuales.

El juicio de Sócrates en los relatos de sus contemporáneos

Platón y Jenofonte, dos contemporáneos de Sócrates, escribieron sobre el juicio en sus obras. Platón dedicó una tetralogía de diálogos a la Apología, el Critón, el Eutifrón y el Fedón, centrándose en el juicio y la ejecución de su maestro. Jenofonte también escribió una Apología de Sócrates.

Interpretaciones del juicio

En la antigua Atenas, el juicio de Sócrates no tuvo el carácter icónico que tiene hoy en día. Muchos atenienses veían la condena de Sócrates como una defensa justificable de la democracia, especialmente después del período de los Treinta Tiranos. En el entorno moderno, la muerte de Sócrates ha sido interpretada de diferentes formas. Algunos ven su ejecución como un ejemplo de la falta de fiabilidad de un gobierno democrático, mientras que otros la ven como una defensa de la democracia ateniense. En general, Sócrates es visto como una figura sabia y benévola, martirizada por sus creencias intelectuales.

El juicio de Sócrates fue un evento histórico importante en la antigua Atenas. Fue acusado de corromper a los jóvenes y de impiedad, y después de su condena, eligió beber cicuta en lugar de huir. Su juicio y ejecución han sido ampliamente estudiados y debatidos a lo largo de la historia.

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