El cuento el diablo en la botella fue escrito por el famoso autor escocés Robert Louis Stevenson y publicado en 1891 por el diario New York Herald. La historia sigue la vida de Keawe, un joven hawaiano que busca aventuras en tierras desconocidas.
El encuentro con el misterioso anciano
Keawe llega a San Francisco y se encuentra con una hermosa casa cuyo dueño parece triste y asustado. Movido por la curiosidad, Keawe entabla conversación con el anciano y una botella de vidrio con un contenido blanco y lechoso. El anciano revela que dentro de la botella habita un demonio que puede conceder cualquier deseo, excepto uno: alargar la vida de una persona.
Intrigado por esta historia, Keawe decide adquirir la botella y desea convertirse en el dueño de una gran mansión en Kona, Hawái. Su deseo se cumple y Keawe hereda una gran fortuna que le permite construir su nueva casa. Satisfecho con su nueva vida, Keawe vende la botella a su amigo Lopaka y vive feliz en su casa resplandeciente.
El amor y la enfermedad
En su nueva vida, Keawe conoce a una hermosa mujer llamada Kokua y se enamora de ella. Sin embargo, ella inicialmente no corresponde a sus sentimientos. Además, Keawe contrae una enfermedad llamada el mal chino (lepra) y considera renunciar a su amor y a su casa para ir a vivir a una colonia de leprosos.
Para evitar esta situación, Keawe busca la botella nuevamente y que ahora solo cuesta un centavo. Si la compra, se convertirá en el último dueño y será condenado al infierno. Asumiendo esta condena, Keawe decide comprar la botella nuevamente, ya que considera que la vida junto a Kokua vale la pena incluso si eso significa ir al infierno.
La solución desesperada
La esposa de Keawe, al darse cuenta de la situación de su marido, propone una solución desesperada. Deciden viajar a una isla colonia francesa donde el valor de la botella es mayor y tratan de venderla allí. Sin embargo, los habitantes de la isla son supersticiosos y rechazan comprar la botella por temor a brujería.
Ante esta situación, la esposa de Keawe decide sacrificarse y convence a un anciano para que compre la botella por cuatro céntimos y luego ella la comprará en secreto por tres. Cuando Keawe se entera de esto, decide comprar la botella nuevamente para salvar a su esposa. Le pide a un contramaestre del barco, quien es un delincuente y estaba bebiendo con él, que acepte comprarle la botella a su esposa y él se la comprará de vuelta.
El contramaestre compra la botella, pero se niega a venderla de nuevo, sabiendo que de una forma u otra será condenado al infierno por todo lo que ha pasado en su vida. Prefiere quedarse con la botella, ya que le concede su deseo de más licor. Liberados de la maldición, Keawe y su esposa regresan a su casa reluciente y continúan con su maravillosa vida, triunfando sobre todas las adversidades.
El cuento el diablo en la botella nos enseña sobre las consecuencias de nuestros deseos y cómo el anhelo de poder y riqueza puede llevarnos a la perdición. Keawe aprende la importancia de la felicidad genuina y el amor verdadero, y se enfrenta a decisiones difíciles para proteger a quienes ama. A través de esta historia, Stevenson nos invita a reflexionar sobre las elecciones que hacemos en la vida y cómo estas pueden afectar nuestro destino.