El libro Ariel, escrito por José Enrique Rodó en 1900, es un ensayo que se centra en la crítica de la democracia y el materialismo en contraste con la elite intelectual, moral y espiritual. A lo largo del ensayo, el autor aborda diversos temas como la religión, la naturaleza, el orgullo latinoamericano, la intelectualidad, la belleza, los antiguos griegos y la juventud, todos los cuales contribuyen a comprender mejor la tesis de Rodó.
Contexto histórico
Para comprender el contexto en el que se escribió Ariel, tener en cuenta que fue escrito a finales del siglo XIX, poco después de la Guerra Hispano-Estadounidense y las guerras de independencia en América Latina. Estos eventos generaron un sentimiento de odio hacia los españoles y una percepción negativa hacia los Estados Unidos, que reemplazó a España como una amenaza militar. La actitud de los latinoamericanos hacia los estadounidenses hizo que los jóvenes latinoamericanos estuvieran dispuestos a escuchar las ideas de Rodó, lo que contribuyó al éxito de su ensayo.
Argumento del ensayo
El ensayo de Ariel se presenta en forma de un discurso de Prospero, un personaje de la obra de teatro la tempestad de Shakespeare. Rodó utiliza este personaje para transmitir sus ideas a los jóvenes. En la primera parte del discurso, Rodó explica por qué dirige sus palabras a los jóvenes, destacando la importancia de la juventud en la sociedad. Les anima a tener ideales como la libertad, la renovación, el entusiasmo, la esperanza, el escepticismo y el esfuerzo para triunfar en las dificultades. Rodó sostiene que el optimismo paradojal es fundamental, ya que impulsa a la sociedad a buscar la renovación y el cambio.
El autor también se refiere a los antiguos griegos como ejemplo de una sociedad ideal, ya que valoraban la juventud y la intelectualidad. Rodo sostiene que la religión juega un papel significativo en Ariel, ya que el cristianismo puede mejorar la moralidad, la naturaleza, la belleza y la libertad. Propone que los puritanos y los ascéticos rechazan la libertad y que la verdadera libertad se encuentra en la mezcla de cristianismo y paganismo, como ocurrió cuando San Pablo visitó las sociedades griegas.
La belleza es otro tema importante en el ensayo. Rodo sostiene que la belleza puede guiar a la sociedad hacia la moralidad y que la educación es fundamental para apreciar el arte y reconocer la belleza. En este sentido, Rodo defiende la importancia de la educación para todos, ya que es la única forma de lograr una sociedad igualitaria. Sin embargo, Rodo no se alinea completamente con la ideología modernista, ya que propone un optimismo ideal que lo distingue de los modernistas.
Crítica a los Estados Unidos
Rodo critica los valores de los Estados Unidos, como la democracia y el materialismo. Considera que el materialismo no aumenta la felicidad ni el bienestar humano, y defiende la importancia de la libertad, la razón y el sentimiento frente a los valores contrarios de los estadounidenses. Rodo también critica la democracia, argumentando que la igualdad de todos conduce a la mediocridad y que la sociedad necesita de una elite intelectual para dirigirla. Sin embargo, es importante destacar que Rodo no critica específicamente a los Estados Unidos como país, sino más bien a los ideales y valores que representa.
El libro Ariel de José Enrique Rodó es un ensayo que critica la democracia y el materialismo en contraste con la elite intelectual, moral y espiritual. A través de su discurso de Prospero y los personajes de La tempestad, Rodó transmite su mensaje a los jóvenes latinoamericanos, instándolos a tener ideales como la libertad, la renovación y el esfuerzo. El ensayo también aborda temas como la religión, la belleza y la importancia de la educación. Aunque critica los valores de los Estados Unidos, Rodó no critica específicamente al país, sino más bien a los ideales que representa.