La gestión educativa abarca diferentes aspectos, como el político, administrativo y profesional. En este sentido, cada institución educativa se construye a partir de un contrato fundacional que establece un sentido y un mandato social. Este contrato histórico se establece entre la sociedad y la escuela, y su objetivo es transmitir valores, creencias y saberes que legitimen el orden económico y social.
El contrato fundacional y su paradoja
Desde sus inicios, la escuela ha tenido un contrato paradójico. Por un lado, busca borrar las diferencias sociales y crear un orden social más justo. Por otro lado, también contribuye a perpetuar el orden establecido y las desigualdades sociales. A pesar de esta paradoja, la escuela republicana surgió como una institución revolucionaria con el potencial de transformación social.
El contenido del contrato fundacional incluye la transmisión de saberes laborales, la creación de condiciones para otros saberes relacionados con el desarrollo social y la movilización de recursos para cumplir con el mandato social. El Estado juega un papel fundamental como garante del cumplimiento de este contrato.
El currículum prescrito y su influencia
El currículum prescrito es un elemento clave en la gestión educativa, ya que organiza los procesos de distribución de saberes. Dependiendo de cómo se diseñe, puede reforzar las tendencias a la equidad y la igualdad social, o acentuar las diferencias sociales. Un currículum que busca una distribución más equitativa de saberes contribuye a la creación de un orden social más justo.
La crisis del sistema educativo y la ruptura contractual
Hoy en día, el sistema educativo atraviesa una crisis que se manifiesta en una ruptura del contrato histórico. Tanto la sociedad como la escuela han incumplido mutuamente con sus responsabilidades. Por un lado, el Estado ha descuidado la financiación de las instituciones educativas. Por otro lado, la escuela ha buscado innovar y oponerse al orden establecido.
Ante esta situación, es necesario recrear las cláusulas contractuales que comprometen a la sociedad y la escuela. Esto implica especificar las funciones que competen a la escuela y no incorporar otras funciones que el Estado le ha asignado, como proveedora de alimento o instrumento de obediencia.
La cultura institucional escolar y su influencia en la gestión
Cada institución educativa tiene su propia cultura institucional, que está compuesta por los rasgos de identidad y las prácticas de sus miembros. Esta cultura institucional se desarrolla a partir de las políticas que afectan a la institución y las percepciones de sus miembros. El imaginario institucional, que son las imágenes y representaciones inconscientes, también influye en la cultura institucional.
Existen diferentes modelos de gestión en las instituciones educativas. Algunas funcionan como una cuestión de familia, donde no hay una clara división de tareas y roles. Otras se basan en una gestión tecnocrática, enfocada en procesos racionales y repetitivos. También hay instituciones que funcionan como una cuestión de concertación, donde se busca equilibrar y coordinar los intereses y propósitos de los individuos.
Conflictos en las instituciones educativas
En las instituciones educativas, pueden surgir diferentes tipos de conflictos. Algunos se relacionan con la pluralidad de pertenencias, donde los actores cumplen distintos roles en diferentes establecimientos. Otros conflictos surgen en torno a la definición del proyecto institucional y su operacionalización. También puede haber conflictos entre la autoridad formal y la autoridad funcional.
Las instituciones educativas y el contrato histórico son elementos fundamentales en la gestión educativa. Es necesario reconocer la importancia de este contrato y recrear las cláusulas que comprometen a la sociedad y la escuela. Además, es fundamental comprender la influencia de la cultura institucional en la gestión y manejar los conflictos que puedan surgir en las instituciones educativas.