En su libro ciudades para la gente, el arquitecto Jan Gehl propone una visión revolucionaria para el diseño y planificación urbana. Gehl argumenta que el éxito de un espacio público depende de su escala, es decir, de cómo se adapta a las dimensiones humanas. Si un espacio está diseñado teniendo en cuenta las necesidades y comodidades de las personas, será utilizado de manera cotidiana y exitosa.
El problema de la escala del automóvil
Desde la publicación del libro muerte y vida de las grandes ciudades de Jane Jacobs en 1961, se ha destacado el impacto negativo del automóvil en el diseño urbano. Gehl señala que los espacios públicos diseñados en función de las necesidades de los vehículos automotores carecen de detalles visuales y presentan grandes distancias, lo cual crea un entorno poco atractivo para los peatones.
Esta falta de atención a la escala humana ha llevado a que las personas se sientan maltratadas en el espacio público. Obstáculos urbanos, ruido, polución y condiciones de uso deplorables son solo algunos de los problemas que enfrentan los usuarios en muchas ciudades del entorno.
La importancia de la escala humana en el diseño arquitectónico
Para mejorar la calidad de vida en las ciudades, Gehl propone poner las necesidades de las personas por encima del transporte automotor. Esto implica revitalizar la vida urbana, mejorar las condiciones de circulación para los peatones y fomentar el uso de medios de transporte sostenibles como caminar y andar en bicicleta.
Incrementar el bienestar de los peatones y ciclistas es fundamental para lograr ciudades más vitales, seguras, sostenibles y saludables. Además, es necesario reforzar la función social del espacio público como lugar de encuentro y promover una sociedad abierta y democrática.
La escala humana en los croquis arquitectónicos
En el proceso de diseño arquitectónico, los croquis son una herramienta fundamental para plasmar ideas y transmitir mensajes. Para hacerlos más comprensibles, es común incluir escalas humanas, es decir, figuras que representan a los futuros usuarios del espacio. Estas escalas proporcionan una mejor comprensión del objeto de diseño y pueden indicar las funciones previstas para el espacio.
Al observar los croquis de arquitectos destacados como Niemeyer, Renzo Piano y Lina Bo Bardi, se puede apreciar cómo utilizan la escala humana para comunicar la relación proporcional con el objeto de diseño y transmitir la vitalidad que se busca en el espacio.
La escala humana es un concepto fundamental en el diseño y planificación urbana. Jan Gehl propone que los espacios públicos se adapten a las dimensiones humanas para crear entornos exitosos y atractivos para las personas. Para lograr ciudades más vitales y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, es necesario priorizar las necesidades de los peatones y fomentar el uso de medios de transporte sostenibles.