El Milagro Mexicano fue un periodo de desarrollo económico en México que abarcó desde la devaluación de 1954 hasta 1970. Durante este periodo, se implementó el modelo de desarrollo estabilizador, el cual fue diseñado por el entonces secretario de Hacienda Antonio Ortiz Mena y tuvo como objetivo principal fortalecer la economía del país y garantizar la estabilidad social.
Características del modelo de desarrollo estabilizador
Una de las características principales del modelo de desarrollo estabilizador fue el fortalecimiento de la moneda nacional, lo que permitió mantener el valor del peso mexicano frente a la devaluación. Además, se llevaron a cabo importantes reformas fiscales para un manejo cauteloso de los recursos, incluyendo por primera vez las estimaciones de gastos e ingresos de los principales organismos descentralizados y empresas del Estado.
En cuanto a las inversiones, se priorizó el fomento de la industria y las comunicaciones y transportes, dejando en último lugar el fomento agropecuario. México también buscó una relación económica más estrecha con Estados Unidos, atrayendo inversión extranjera y ofreciendo beneficios como la reducción de impuestos a la importación.
Como resultado de estas inversiones, México experimentó un notable crecimiento económico. El Producto Interno Bruto se incrementó de 88,218 a 304,600 millones de pesos, con una tasa media anual de crecimiento del 9%. Las exportaciones e importaciones de mercancías y servicios también se duplicaron. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, México no logró una independencia económica, ya que gran parte de la inversión pública provenía de créditos otorgados por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Logros del desarrollo estabilizador
El desarrollo estabilizador tuvo varios logros significativos para México. El ahorro captado por el sistema financiero se duplicó, pasando de representar el 22% del ingreso nacional al 40.9%. También hubo un incremento en la población, llegando a 40 millones de habitantes en 1967, y el producto por persona alcanzó los 533 dólares.
Además, se implementaron políticas que mejoraron la situación de todas las clases sociales, aunque persistieron desigualdades en términos de ingreso. Se promovió el aumento de los salarios de los trabajadores, se ofrecieron prestaciones y servicios educativos, de salud y de seguridad social. Sin embargo, también hubo una cara represiva del Estado, que silenció cualquier movimiento que atentara contra el clima de paz impuesto, como el movimiento magisterial, la huelga ferrocarrilera y el movimiento médico. El golpe más fuerte fue la represión hacia el movimiento estudiantil de 196
El legado del Milagro Mexicano
A pesar de los logros del desarrollo estabilizador, el modelo también mostró signos de crisis a finales de la década de 1970. La falta de desarrollo tecnológico en sectores no petroleros y la desigual distribución de los beneficios del crecimiento fueron algunos de los problemas que surgieron. Además, la dependencia de la exportación de productos agrícolas y mineros y la falta de una reforma fiscal para reducir la dependencia de los ingresos petroleros fueron obstáculos para un crecimiento más sostenible y equitativo.
El legado del Milagro Mexicano ofrece lecciones útiles para la reactivación de la economía actual de México. El fortalecimiento del ahorro interno como motor de la inversión, el desarrollo del sector financiero y la diversificación de las actividades productivas son aspectos que podrían inspirar políticas económicas actuales. Asimismo, es importante aprender de los errores del pasado y buscar un equilibrio entre el crecimiento económico y la distribución equitativa de los beneficios.
Consultas habituales
- ¿Cuándo ocurrió el Milagro Mexicano?
- ¿Quién fue el artífice del modelo de desarrollo estabilizador?
- ¿Cuáles fueron los logros económicos del periodo?
- ¿Qué problemas enfrentó el modelo de desarrollo estabilizador?
- ¿Cuál es el legado del Milagro Mexicano para la economía actual?
El Milagro Mexicano fue un periodo de desarrollo económico en México que se caracterizó por el fortalecimiento de la moneda nacional, la atracción de inversión extranjera y el crecimiento económico. A pesar de sus logros, también enfrentó problemas como la dependencia de la deuda externa y la represión estatal. El legado del Milagro Mexicano ofrece lecciones útiles para la reactivación económica actual, destacando la importancia del ahorro interno, el desarrollo del sector financiero y la diversificación de las actividades productivas.