El artículo 22 de la Constitución Nacional es un elemento fundamental que establece los derechos económicos, sociales y culturales como indispensables para la dignidad humana y el desarrollo de la personalidad. Este artículo garantiza a todas las personas el acceso a una serie de derechos que son considerados fundamentales para una vida digna y plena.
¿Qué se refiere el artículo 22?
El artículo 22 de la Constitución Nacional se refiere a la inclusión de los derechos económicos, sociales y culturales como parte esencial de los derechos humanos. Estos derechos son considerados fundamentales para garantizar la igualdad, la justicia y el bienestar de todas las personas sin discriminación.
La inclusión de estos derechos económicos y sociales resultó de una de las cuatro libertades del presidente de los Estados Unidos mencionada explícitamente en el preámbulo de la Declaración. Según la ONU, la atención médica, la educación, la vivienda y la administración justa de la justicia no son productos en venta para unos pocos, sino derechos de los que todos somos titulares sin discriminación.
El artículo 22 describe las cualidades del Estado de bienestar moderno que son aceptadas hoy en día a nivel prácticamente universal.
La protección social es un elemento fundamental para garantizar los derechos económicos, sociales y culturales establecidos en el artículo 22 de la Constitución Nacional. La asistencia social puede incluir transferencias de dinero en efectivo y se la denomina comúnmente como red de seguridad social que ayuda a las personas, especialmente a los pobres y vulnerables, a enfrentar las crisis de la vida y a mejorar su calidad de vida.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el número de países con sistemas de protección social ha aumentado considerablemente a lo largo de los años. En 1900, solo 17 países contaban con sistemas de protección social, mientras que en 2015 este número había aumentado a 18En la actualidad, alrededor del 45% de las personas en todo el entorno tienen acceso a al menos un beneficio de protección social, y el 29% tienen acceso a sistemas integrales de seguridad social.
Es importante destacar que la división entre los derechos económicos, sociales y culturales, por un lado, y los derechos civiles y políticos, por otro, siempre ha sido artificial. Estos derechos están interrelacionados y se refuerzan mutuamente. Por ejemplo, el derecho a la educación es fundamental para hacer un uso efectivo del derecho a la libertad de expresión, y el derecho a trabajar puede verse afectado si no se pueden ejercer derechos de reunión y expresión en el entorno laboral.
El camino hacia un entorno mejor
A pesar de los avances logrados en materia de protección social, aún queda mucho por hacer para garantizar que todas las personas tengan acceso a una protección social plena. Según la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, aproximadamente el 71% de la población mundial carece de acceso a una protección social completa, lo que significa que dos tercios del entorno no pueden garantizar a sus ciudadanos los medios básicos para vivir sin miedo y sin discriminación.
Para abordar esta situación, las Naciones Unidas han impulsado la iniciativa del mínimo de protección social, que busca promover la construcción de sistemas integrales de seguridad social en todos los países. A través de esta iniciativa, se han logrado mejoras significativas en países desarrollados, así como en muchos otros de ingresos medios y bajos.
La protección social basada en principios de derechos humanos puede ayudar a crear un entorno mejor para todos, donde las necesidades básicas de los niños y los adultos estén cubiertas, donde el desempleo, las lesiones, los problemas de salud, la vejez o la discapacidad no sean sinónimo de miseria y dificultades, y donde las personas no se queden desprotegidas en tiempos de crisis y desastre.
El artículo 22 de la Constitución Nacional establece los derechos económicos, sociales y culturales como fundamentales para la dignidad humana y el desarrollo de la personalidad. Estos derechos son indispensables para garantizar la igualdad, la justicia y el bienestar de todas las personas sin discriminación. La protección social, basada en principios de derechos humanos, es un elemento clave para garantizar el acceso a estos derechos y para construir un entorno más justo y equitativo.