El partido de semifinales entre Brasil y Alemania en la Copa Mundial de la FIFA 2014 fue uno de los encuentros más impactantes en la historia del fútbol. El partido, que se disputó el 8 de julio de 2014 en el Estadio Mineirão de Belo Horizonte, Brasil, terminó con una sorprendente victoria de Alemania por 7-1 sobre el país anfitrión.
Historia del partido
Brasil, como anfitrión del torneo, tenía grandes expectativas de llegar a la final y ganar el campeonato. Sin embargo, Alemania demostró ser un equipo superior desde el principio. En el minuto 11, Thomas Müller abrió el marcador para Alemania, y a partir de ahí, el equipo alemán siguió dominando el partido.
En solo seis minutos, Alemania anotó cuatro goles más, con Miroslav Klose, Toni Kroos (2 goles) y Sami Khedira como los autores de los goles. Al final del primer tiempo, Alemania ya tenía una ventaja de 5-0 sobre Brasil.
En el segundo tiempo, Alemania continuó su dominio y anotó dos goles más, con André Schürrle como el autor de ambos. Brasil logró descontar con un gol de Oscar en el último minuto del partido, pero ya era demasiado tarde.
Impacto del partido
La derrota de Brasil por 7-1 ante Alemania fue una sorpresa y generó un gran impacto tanto en el entorno del fútbol como en Brasil. Fue la peor derrota en la historia de la selección brasileña y dejó al país devastado.
El partido fue apodado mineirazo en referencia al Estadio Mineirão donde se disputó el encuentro. Los brasileños no podían creer lo que estaban presenciando y muchos de ellos abandonaron el estadio antes de que terminara el partido.
La derrota también tuvo un impacto en la vida política de Brasil, ya que el gobierno y la Confederación Brasileña de Fútbol fueron duramente criticados por la falta de preparación del equipo y la organización del torneo.
El partido entre Brasil y Alemania en la Copa Mundial de la FIFA 2014 será recordado como uno de los momentos más impactantes en la historia del fútbol. La derrota de Brasil por 7-1 ante Alemania dejó al país en shock y generó un gran debate sobre el estado del fútbol brasileño.
Este partido también sirvió como una lección para Brasil y para el resto del entorno del fútbol, recordándonos que en el deporte cualquier cosa puede suceder y que ningún equipo está exento de sufrir una derrota humillante.