Resumen película tenemos que hablar de kevin

La película tenemos que hablar de kevin es un drama dirigido por Lynne Ramsay y basado en el libro de Lionel Shriver. Estrenada en 2011, la historia gira en torno a Kevin, el problemático hijo de los protagonistas, interpretados por Tilda Swinton y John C. Reilly. Desde temprana edad, Kevin muestra comportamientos difíciles y desafiantes, lo que supone un gran desafío para sus padres, especialmente para su madre.

Índice
  1. Aspectos estéticos y narrativos
  2. La maldad innata y la negación de los padres
  3. Adaptaciones y conclusiones

Aspectos estéticos y narrativos

La película se destaca por su cuidada estética, con una fotografía espléndida y una composición de planos impactante. El color rojo es recurrente a lo largo de la historia, utilizado como un leitmotiv relacionado con los temas principales de la película, como el amor y la muerte. La banda sonora, a cargo de Jonny Greenwood, aporta un elemento de dramatismo a escenas que podrían no parecer tan intensas. Además, se utilizan canciones conocidas para contrastar o aliviar la tensión emocional de algunas escenas.

La interpretación de Tilda Swinton es magistral y completa, mostrando fuerza y vulnerabilidad en su papel como madre. Los actores que interpretan a Kevin en diferentes etapas de su vida, culminando en Ezra Miller, logran transmitir el terror psicológico del personaje. John C. Reilly también destaca en su papel de padre egoísta y acomodaticio.

La decisión narrativa de revelar los hechos en el último momento, utilizando el recurso de la intriga, se justifica en el propósito de generar emociones más allá de la indignación y la tristeza. Sin embargo, algunos consideran que esta táctica es innecesaria y podría haberse prescindido de ella, ya que la intensidad de la situación por sí sola es suficiente. Además, se cuestiona la idea de la maldad innata y la negación de los padres ante la posibilidad de que su hijo sea malo desde su nacimiento.

La maldad innata y la negación de los padres

Tenemos que hablar de kevin plantea la cuestión de la maldad innata y desafía la creencia de que todos nacen inocentes. La película sugiere que algunas personas pueden ser malas por naturaleza o estar trastornadas desde su nacimiento. Eva, la madre de Kevin, experimenta la negación de esta realidad, al igual que su esposo Franklin. Franklin se muestra incapaz de creer que su hijo pueda ser malo y se aferra a la idea de que todo son imaginaciones de Eva. Esta falta de comprensión y apoyo por parte de su esposo es uno de los aspectos más interesantes de la historia.

La película no critica la paternidad mal desempeñada o las negligencias parentales. Eva se entrega por completo a la educación y crianza de Kevin, demostrando amor y dedicación. Sin embargo, la sociedad sí culpa a Eva por no haber sido más severa o haber dejado la educación en manos de expertos en problemas de comportamiento. La historia plantea la pregunta de si la maldad puede ser innata y hasta qué punto los padres pueden influir en el desarrollo de sus hijos.

Adaptaciones y conclusiones

La novela tenemos que hablar de kevin fue adaptada al cine en 2011, con Tilda Swinton, Ezra Miller y John C. Reilly en los papeles principales. La película recibió críticas positivas por su actuación y su estética cuidada.

En conclusión, tenemos que hablar de kevin es un drama impactante que aborda temas como la maldad innata, la negación de los padres y la influencia de la crianza en el desarrollo de los hijos. La película se destaca por su estética y su narrativa intrigante, aunque algunos consideran que el recurso de la intriga podría haberse evitado. En definitiva, es una historia que invita a reflexionar sobre la naturaleza humana y las complejidades de la paternidad.

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