Luna de avellaneda: resumen película y reflexiones

La película luna de avellaneda es un recorte de la sociedad argentina en el año 2001, en medio de una crisis económica y social. Ambientada en el Club Luna de Avellaneda, la historia nos muestra cómo esta institución se convierte en una metáfora de la cultura y la identidad de la sociedad en ese momento.

Índice
  1. El Club Luna de Avellaneda
  2. La crisis del club y la venta del terreno
  3. Reflexiones sobre la película

El Club Luna de Avellaneda

El Club Luna de Avellaneda se encuentra ubicado en el Partido de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Aunque en la película se utilizan locaciones específicas, como el Club de barrio en Teodoro García 2860, Colegiales, CABA, y el Club Juventud Unida en Lavallol, el club representa a una comunidad de clase media trabajadora.

El barrio en el que se encuentra el club está situado en las orillas del río de la Matanza, también conocido como Riachuelo. Es un barrio que ha sufrido décadas de contaminación y desidia ambiental, producto de la presencia de fábricas clandestinas y la falta de acción gubernamental. El entorno del club está marcado por estructuras abandonadas y un deterioro generalizado.

Los socios del club son personas de clase media trabajadora, que se caracterizan por su vestimenta sencilla y sus comercios de barrio. El club cuenta con diversas instalaciones, como un salón principal, un gimnasio, una cancha de básquet y una sala para actividades como clases de danza. Además, dispone de un amplio parque que da hacia el riachuelo, donde se encuentra un muelle y un bote.

En total, el club cuenta con 392 socios, de los cuales 60 son socios activos, 200 son menores y 132 son socios que no pagan la cuota pero utilizan las instalaciones. La dirección del club está a cargo de una comisión directiva formada por socios, entre ellos el presidente fundador, el bufetero y el profesor de básquet.

La crisis del club y la venta del terreno

El club se encuentra en una situación de deuda acumulada debido a la falta de presentación de balances durante 15 años. Esta deuda asciende a $40,000, y se plantea la posibilidad de vender el terreno del club para saldarla. Sin embargo, esta decisión divide a los socios entre aquellos que ven en la venta una oportunidad de reactivación económica y aquellos que consideran que se está perdiendo lo único que les queda.

Se realiza una votación entre los socios para decidir el futuro del club. La votación se lleva a cabo de forma manual, y se registra en un libro de asambleas. Al final, la votación resulta en 33 votos a favor de la venta y 27 en contra. El club se vende, lo que genera un silencio en la sala y marca un cambio en la dinámica y la identidad del club.

Reflexiones sobre la película

Luna de avellaneda plantea diversas reflexiones sobre la sociedad y la cultura en ese momento. Por un lado, se evidencia una transformación en la identidad y la solidaridad de los socios del club, quienes pasan de ser una comunidad unida a enfrentarse a intereses individuales y a una cultura dominante que impone su visión.

La película también plantea una dicotomía entre lo urgente y lo necesario, entre una economía desprovista de moralidad y la cohesión social. Se cuestiona la aceptación de la diversidad frente a una cultura dominante y se plantea si los procesos de aculturación parten solo de una cultura hegemónica o también de la falta de respuestas en los valores culturales propios.

En definitiva, luna de avellaneda nos invita a reflexionar sobre la importancia de la identidad, la solidaridad y la resistencia frente a las adversidades sociales y económicas. Es una película que muestra cómo una comunidad puede verse afectada por los cambios y cómo la lucha por preservar la cultura y los valores propios puede ser un desafío en un contexto globalizado.

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