Rafael Alberti Merello (1902-1999) fue un poeta, pintor, combatiente y luchador social antifascista nacido el 16 de diciembre en el Puerto de Santa María, Cádiz, España. Formó parte de la Generación del 27, siendo uno de los poetas, dramaturgos y pintores más importantes de este movimiento literario. Además, fue un comprometido comunista y antifascista que luchó por la República Española contra el golpe de Estado de Franco, Mussolini y Hitler.
Infancia y juventud
Rafael Alberti nació en una familia de inmigrantes italianos dedicada al comercio del vino. Durante su infancia, estudió en un colegio religioso a cargo de la orden jesuita. En 1917, se trasladó junto con su familia a Madrid, donde descubrió su pasión por la pintura. Expuso algunas de sus obras en el Ateneo de Madrid y en el Salón de Otoño.
Después de la muerte de su padre y de una afección pulmonar, Alberti se instaló en un sanatorio en la Sierra de Guadarrama, Segovia. Durante su estancia allí, comenzó a escribir su primer libro de poemas, marinero en tierra (1924), con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura.
La Generación del 27
A su regreso a Madrid, Alberti se instaló en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a otros miembros destacados de la Generación del 27, como Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí y José Bergamín. En 1927, participó en el homenaje al poeta Luis de Góngora en el Ateneo de Sevilla, evento que dio nombre a la Generación del 2
A partir de este momento, Alberti radicalizó su ideología política, lo cual se refleja en su libro de poemas sobre los ángeles (1929). En 1931, se afilió al Partido Comunista de España y apoyó fervientemente la Segunda República Española. Fundó la revista octubre, de orientación comunista, y viajó a la Unión Soviética en 1934 para asistir al Congreso de Escritores Soviéticos.
La Guerra Civil Española
Durante la Guerra Civil Española, Alberti se unió a la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. Participó en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, donde entabló amistad con intelectuales y artistas latinoamericanos y europeos. También fue uno de los fundadores del Teatro de Arte y Propaganda, junto con su esposa María Teresa León.
En esta época, Alberti y León participaron en el traslado de numerosas obras de arte del Monasterio de El Escorial y el Museo del Prado a Valencia para protegerlas de los bombardeos nazis. Su labor como defensores de la cultura y el arte durante la guerra fue fundamental.
Exilio y regreso a España
Tras la derrota de la República y la instauración de la dictadura franquista, Alberti se exilió en Francia, Uruguay, Argentina e Italia. No regresó a España hasta 1977, después de la muerte de Franco. En 1983, recibió el Premio Cervantes, la máxima distinción de la literatura en lengua española.
Rafael Alberti, más allá de su figura como poeta, fue un defensor de los derechos laborales de las clases obreras y campesinas. A lo largo de su vida, luchó por el reconocimiento del arte como un derecho humano y condenó la violencia y los regímenes totalitarios. Su poesía es un legado que exalta la libertad, la dignidad, la justicia y la felicidad de los seres humanos.