Biografía de lola mora: escultora argentina talentosa

Lola Mora, cuyo verdadero nombre era Dolores Candelaria Mora Vega de Hernández, nació el 17 de noviembre de 1866 en la ciudad de Tala, provincia de Salta. Aunque nació en Salta, Lola siempre se autodefinió como tucumana, ya que fue bautizada en la parroquia de San Joaquín de Trancas, provincia de Tucumán el 22 de junio de 186Desde muy joven, Lola mostró su pasión por el arte y su deseo de convertirse en escultora, a pesar de los obstáculos que enfrentó en una sociedad que no aceptaba a las mujeres como artistas.

Índice
  1. La lucha de Lola Mora
  2. El legado artístico de Lola Mora
  3. Una vida controvertida

La lucha de Lola Mora

Lola Mora provenía de una familia de estancieros, su padre Romualdo Alejandro Mora y su madre Regina Vega Sardina. Sin embargo, fue su madre quien le transmitió el espíritu luchador y la determinación para desafiar los estereotipos de género. A pesar de las críticas y prejuicios, Lola perseveró en su sueño de convertirse en escultora.

A los 21 años, Lola comenzó a estudiar escultura y pintura con el pintor italiano Giacomo Doménico Alfonso María Falcucci. Su talento llamó la atención del gobernador de Salta, Delfín Leguizamón, quien le encargó una colección de retratos de los gobernadores de Tucumán. Estos retratos fueron adquiridos por la legislatura de la provincia, lo que aumentó la fama de Lola en el ámbito político e intelectual.

Con el apoyo del presidente José Evaristo Uriburu, Lola viajó a Roma en 1897 para perfeccionar su arte. Allí tomó clases con reconocidos artistas como Francesco Paolo Michetti y Constantino Barbella. Sin embargo, su verdadero maestro fue Giulio Monteverde, quien la introdujo en el trabajo del mármol y se convirtió en su mentor y mejor alumno.

El legado artístico de Lola Mora

Lola Mora dejó un legado artístico impresionante en Argentina y en el extranjero. Su obra más famosa es la Fuente de las Nereidas, ubicada en la Costanera Sur de Buenos Aires. Esta fuente, realizada en mármol de Carrara, representa el nacimiento de la diosa Venus y está rodeada de esculturas de tritones y nereidas. Aunque inicialmente se planeaba ubicar la fuente en la Plaza de Mayo, las críticas y la oposición de la Iglesia Católica llevaron a su traslado a la Costanera Sur.

Además de la Fuente de las Nereidas, Lola Mora realizó otras obras destacadas, como el monumento a Juan Bautista Alberdi en Tucumán y las esculturas alegóricas para el Congreso Nacional. Sin embargo, estas últimas fueron retiradas por razones estéticas y solo se conservan calcos de las obras originales en la provincia de Jujuy.

Una vida controvertida

Lola Mora vivió una vida controvertida y desafiante para su época. Se casó con un hombre 17 años menor que ella, pero se separaron poco tiempo después. Su forma de vestir, usando pantalones y camisas de hombre, también generó polémica en una sociedad conservadora.

A pesar de los obstáculos y las críticas, Lola Mora se mantuvo fiel a su espíritu libre y a su pasión por el arte. Fue una pionera en su campo y abrió camino para las mujeres artistas en Argentina. Su legado perdura hasta el día de hoy y su obra sigue siendo admirada y valorada por su talento y originalidad.

Lola Mora fue una talentosa escultora argentina que desafió los estereotipos de género de su época para convertirse en una de las artistas más destacadas de su tiempo. Su lucha por abrirse camino en un entorno dominado por hombres y su pasión por el arte la convierten en un ejemplo de determinación y valentía. A través de sus esculturas, Lola dejó un legado duradero que sigue siendo admirado y apreciado en la actualidad.

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