Si cierro los ojos y me concentro un poco seguro pueda sentir el rugir de los motores, el olor a grasa típico de un autódromo y la voz de mi papá llamándome para que me bajara de alguno de los caldenes que estaban a metros de la pista. De chica, mis domingos eran de carrera y mi mayor anhelo era ponerme al frente del volante de un auto de TC. Por eso, cuando conocí la historia de Belén Ameijenda, la primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica del Automovilismo Deportivo, no dudé en escribirle.
Su historia también arranca desde pequeña, durante los fines de semana de Turismo Carretera y Fórmula 1 en familia: "Si bien en esa época todo es de manera inconsciente porque uno consume lo que le brindan los demás, fue una pasión que se siguió manifestando con el correr de los años", nos contó Belén, quien nació con espina bífida, una malformación congénita que no le impidió acercarse al deporte, que practicó a lo largo de toda su vida.
Hace un año, gracias a ver a Juan María Nimo competir en automovilismo, se dio cuenta que ella también podía estar sentada del otro lado del volante, poniéndole quinta a sus sueños. "Aprendí a enfocarme en lo que realmente quiero y soy capaz, apoyándome en las personas que me acompañan en mi carrera deportiva y a la vez, en la motivación que me da la gente día a día", señaló.
#EPP: ¿Creés que el automovilismo estaba preparado para la inclusión de personas con discapacidad cuando comenzaste a practicarlo? ¿Notás un cambio respecto a esto?
Belén: Me anime ya que pude ver en primera persona a Juan María “el gatito” Nimo, competir en una de mis visitas al Autódromo Mouras de La Plata. Si bien Juan presenta una discapacidad a partir de un accidente que tuvo y lo mío es de nacimiento, verlo a él me inspiró a seguir por mi gran sueño, que era convertirme en piloto. Ya había diferentes pilotos con discapacidad compitiendo, pero en lo que respecta a la mujer no había hasta ese entonces, por lo tanto me toca ser pionera. Te puedo asegurar que así como es una gran responsabilidad, también me da muchísima felicidad ya que el deporte motor abre las puertas no solamente a la mujer sino también a personas con discapacidad, haciéndolo un deporte adaptado.
Belu nos contó que uno de los momentos más lindos que le dio el automovilismo fue cuando recibió la habilitación médica para competir: "Definitivamente fue un antes y un después en mi vida, y fue ahí en ese momento, donde me di cuenta del potencial que tengo para poder llegar y luchar por mis sueños". No solo es una inspiración para las personas con discapacidad, también para aquellas mujeres que todavía no se animan a las pistas. "El camino se va a poner difícil, pero hay que saber esperar. Lo único imposible es aquello que no se intenta".
Belén: Sin dudarlo: mi gran ídola es Ianina Zanazzi. Tengo la suerte de tener muy buena relación con ella y tenerla de referente en todo este camino que hace poco decidí emprender. No solamente es excelente como deportista, también como persona y llevo siempre una frase grabada en la mente que ella misma me enseño: “no hay imposibles”.
Hace un año que Belu está en carrera, y el objetivo de superarse sigue siendo el mismo: abrir las puertas a la gente para que conozca el mundo del deporte adaptado, mientras va ganando experiencia y aprendizaje. Le preguntamos cuál era el consejo que le daría a alguien que no se atreve, y su respuesta es concreta: "Que confíen en ellas mismas y que se animen a sacar todo su potencial. El deporte motor si bien en un gran porcentaje está compuesto por hombres, cada vez más mujeres se están animando y se convierten en piloto, algo que me alegra muchísimo". Como dice ella: es actitud y dejar el miedo a un costado.
#EPP: ¿Qué creés que falta para que haya una inclusión verdadera en el deporte?
Belén: Mayor difusión por parte de los medios de comunicación. Hoy en día son muy pocos los que realmente muestran lo que es el mundo del deporte adaptado en cualquier disciplina. Si hubiera mayor difusión, más personas con discapacidad podrían ver el abanico de posibilidades que tienen dentro del deporte y que hasta hoy desconocen, ya sea para hacerlo de forma recreativa o para dedicarse de forma profesional. El deporte es muy bueno para salir de el “no puedo” o del “no vas a poder” que muchas veces nos hace creer la sociedad. Conozco y soy amiga de grandes deportistas de la selección argentina de diferentes deportes adaptados, y si se difundiera masivamente como ellos entrenan, se esfuerzan y luchan para llegar a competencias de nivel internacional, podría ser motor de inspiración para muchas otras personas.
El próximo objetivo a cumplir para Belu es conseguir una butaca homologada para poder adaptar el auto, y competir el próximo año en la Monomarca Fiat. "Para mi, esta butaca es de suma importancia y necesidad, ya que sin ella no podemos adaptar el auto mecánicamente para que yo lo pueda manejar por mi discapacidad".
Si querés colaborar con ella, como sponsor o compartiendo su historia, lo podés hacer contactándola por intermedio de su instagram, @belu.honda. Se describe como luchadora y soñadora, y lo deja el claro en cada una de sus palabras. Algo que se transmite con fuerza mientras rompe límites sociales, ayudándonos a comprender que no hay nada más lindo que dejarnos mover por nuestros deseos, hasta lograr aquello que creíamos imposible.
#TeamEPP
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