La procrastinación es mal de muchos, eso se sabe. Muchas que tardes en realizar una tarea no tiene tanto que ver con tus ganas de realizar el proyecto, sino más bien con la concentración que tengas en el momento. Y como sabemos de motivación y concentración, acá van tres tips que nunca nos fallan para, de una buena vez, llegar a cumplir nuestros objetivos.
1. Hacé las cosas "paso a paso":
Esta frase se convirtió en un mantra para mi. Me di cuenta que muchas veces me encontraba soñando con situaciones que (quizás si, quizás no) no sabía si iban a pasar. Esto solo lograba frustraciones y enojos por lo que tardaba en completar el objetivo.
Hasta que alguien (que sabix ese alguien) me dijo: "pará, frená. Vayamos paso a paso". Un consejo que quizás te parezca súper nimio, pero que si no me lo decían en el momento indicado, no hubiera cobrado la relevancia que tomó. De esta forma me empecé a enfocar en el ahora, resolviendo pendientes concretos. Gracias alguien, quien quiera que seas.
2. Creá rituales.
Obviamente hay cosas que te va a gustar hacer más que otras. Es una cuestión natural, casi lógica. Yo, por ejemplo, sé cuanto me cuesta sentarme una vez que llegué de trabajar enfocada en un proyecto, para ponerme a laburar sobre otro. Y como me conozco y también sé que puedo pasarme horas scrolleando instagram, encontré la solución haciéndome unos mates al momento de llegar, lo que me permite distraerme unos minutos con el celular.
Tenés que ser práctica: si algo te cuesta, agregale un condimento para hacerlo más llevadero. Si tenés que sentarte a estudiar, usá marcadores que te gusten para resaltar el texto. Si no querés hacer una parte especial de tu trabajo, cuando lo termines premiate con algo rico. Creá rituales que hagan más divertida la parte más costosa.
3. Dejá de correr.
¡Que importante! Date tu tiempo, tus espacios. Hace unos días me sorprendí a mi misma diciéndole a un cliente: "no esperes que lo tenga para hoy". SI SEÑOR, así como lo escucha. Entendí que forzándome a hacer todo de hoy para mañana solo iba a llevarme a hacer las cosas desganada, y que el resultado no sea el esperado.
Por eso es importante que aprendas a conocerte, y que respetes tus horarios de trabajo y de relax (si, aunque seas freelancer. MÁS QUE NADA VOS que no sos una maquinita 24/7).
Van a haber días en que, motivada al 100%, vas a dejar todo en la cancha por tus proyectos. Pero va a haber días que no. Aprender que eso es normal ayuda a dejar de sobreexigirnos, permitiéndonos una armonía para lograr nuestros objetivos.
Si te gustó este post, podés enviárselo a tu colega que sabés que necesita foco ¡o compartirlo en redes sociales! No dejes de etiquetarnos: @pocaspalabrasok 😍
#TeamEPP
0 comentarios