Hace unos días, en nuestra página de Instagram se armó un debate sobre el uso de productos que no son de primera necesidad y que contaminan el planeta. Nos quedamos pensando sobre eso, mucho más cuando leímos que uno de los cinco puntos destacados de la 75º sesión de la ONU era la transformación del mundo por medio del desarrollo sostenible ¿Cómo podía estar mal comprar un uso mínimo de plástico -sabiendo lo contaminante que es-, si esa compra era a una emprendedora local? Nos explicamos mejor:
Según Acciona, "la sostenibilidad es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, garantizando un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social".
Esta pandemia nos reveló muchísimas cosas, entre ellas que el individualismo y la falta de empatía son problemáticas vigentes. Quiero creer que no somos pocas las personas que queremos un cambio real en el mundo, y eso no solo implica medidas medioambientales. Quiero creer que aún así tenemos en nuestras manos una posibilidad, real aunque lejana, de transformar las cosas.
Por eso hoy te presentamos tres maneras sencillas de comenzar a cambiar las cosas. Pequeñas acciones, "granitos de arena", que juntos suman y pueden llegar a crear océanos.
Hay cambios que están más allá de nuestras realidades: una inversión por parte de los gobiernos a la educación pública no es algo que podamos decidir. Pero si podemos seguir luchando por su reivindicación, y apostando a ella. Argentina es uno de los países donde estudiar es gratis, y tenemos enormes universidades nacionales que año tras año egresan a profesionales de todas las áreas.
Tenemos la posibilidad de formarnos en facultades distinguidas a nivel mundial ¡sigamos trabajando para que su acceso nunca sea limitado y exclusivo para unos pocos! Estudiar TAMBIÉN es un derecho, nunca debería ser un privilegio.
Volvemos a nuestro problema inicial: si, el glitter en polvo es altamente contaminante para el agua y no, no es una necesidad básica. Pero tampoco lo es todo el plástico que generamos año tras año con elementos que si son de necesidad básica:
¿Sabías que las mujeres menstruantes utilizan alrededor de 13 mil toallas higiénicas en toda su vida? ¿Y que estas toallitas tardan 500 años en degradarse? La copita menstrual fue una de las inversiones que hice en 2020 y tengo que admitir que no me arrepiento. El desecho que genero es mucho menor, y mi comodidad es mil veces mayor.
¡Ah! Y a ese glitter (perdón, nos dispersamos y retomamos en algún momento) no lo compres más en polvo. Compralo en gel (a tu emprendedora amiga), retiralo de tu rostro con una cinta adhesiva y ponelo en las ecobotellas.
Acá hacemos un dos por uno, porque saben que el #TeamEPP es fan de cualquier emprendimiento. Más si son proyectos sustentables, llevados adelante por mujeres. Apostá a la economía local antes que a las grandes marcas, porque sabés que ese dinero que inviertas va a ser apostado en recursos de tu ciudad o provincia. Pensalo así: estás invirtiendo en una persona que tiene el potencial de dar trabajo y cambiar tu sociedad. El plus es que seguro el producto que le compres va a ser único ♥´
Leé, aprendé, interesate. La única advertencia que puedo hacerte es que una vez que te saques la venda y comiences a ver distintas y pequeñas formas de transformar la realidad que te rodea, nada va a volver a ser igual. No perdamos la esperanza.
#TeamEPP
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