Siempre fui de esas personas que pensaban TODO en positivo. Optimista nada, nunca dejé que nadie me dijera que no podía hacer algo, y menos que me dictaran lo que tenía que hacer. Soy de la firme creencia que si crees y trabajas por eso, vas a poder. Es cuestión de ponerle pilas y ganas, de eso te quería hablar hoy.
No creo en las casualidades, no. Creo en las causalidades, en la relación directa que tienen tus acciones en tu vida. En que una decisión puede cambiar tu destino, tu forma de ver las cosas. Y esas acciones están en tus manos. Que vos tenés la posibilidad de cambiar tu vida y llevarla para el lado que quieras.
Y acá entra el tema de la positividad. Porque es fácil decir que querés "ser el mejor futbolista del mundo", pero si no entrenás un poco cada día, jugás partidos y llevás una vida de deportista dudo que lo logres. Es la constancia, el saber que tu sueño se puede realizar siempre y cuando le pongas ganas y labures todos los días para llegar a eso. Preguntate que querés ser y como serlo. Y con esto no te digo que tu meta sea ser Jennifer Lawrence (aunque a todos nos gustaría), sino que puede ser algo chiquito, pero que para vos signifique un montón.
Una vez leí en un libro de Luis Sabbi, donde decía que si vos decís: "voy a" en vez de "me gustaría" (algo tan simple como eso), te ayuda a visualizar tus objetivos y hacerte la idea de que vas a llegar a obtener eso que tanto deseas. Y si no llegás (porque en el camino te cansaste o te enfocaste en otra cosa) no te desilusiones y seguí trabajando porque algún día vas a llegar.
Nunca, pero NUNCA, dejes que te digan que o sos capaz de hacer algo, que no podés llegar adonde quieras ir. No es fácil salir del lugar cómodo y arriesgarte al 100%. No es fácil decidir tomar las riendas de tu vida y muchas veces nuestros sueños son tan grandes que asustan. Pero es ahí cuando tenés que seguir, cuando tenés que arriesgar porque sabés que el NO ya lo tenés asegurado. Laburá, arriesgate.
Pero antes que nada, preguntate si esos sueños te hacen feliz. Porque eso es lo que importa, ¿no? Más allá de poder ser exitoso, amado o reconocido... Siempre vamos a tener días buenos y malos, pero no tenés que perder la capacidad de encontrarle lo bueno a todo.
Marcos Clavelino (un profesor que sin saberlo me enseñó mucho más que una materia) una vez escribió en un pizarrón: Convertí ese NO rotundo en un SI gigante. Y tenía razón. El no está en tu cabeza nada más. Hacé que toda tu vida sea un si. Y sino miranos a nosotras. Nunca pensamos que íbamos a llegar tan lejos. Y aunque estemos recién a mitad de camino, seguimos viviendo el sueño ♥
Noe Torres
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