Las obligaciones y preocupaciones diarias nos alejan muchas veces de aquello que nos hace bien, y sobre todo de los cuidados que debemos tener para estar saludables. La falta de ejercicio físico, la mala alimentación, el estrés y otros factores, se advierten en la piel. Te acercamos los mejores consejos de especialistas, para tener una piel sana y firme.
Sin excesos: saber qué comer y cuánto comer:
Una dieta adecuada es fundamental. Sobre todo, debemos saber qué cenar y cuánto, ya que irnos a dormir livianos, permite un mejor descanso. Es recomendable una alimentación ligera: vegetales, pescado a la plancha pueden ser buenas opciones.
Los excesos no son buenos, NUNCA: la sal y el alcohol predisponen la retención de líquidos. El azúcar tampoco es bueno: el consumo en exceso provoca una degeneración en el colágeno de la piel acelerando la pérdida de firmeza y el envejecimiento.
Masajes en la piel: la forma en que se aplica un producto es tan importante como la elección del mismo:
Las rutinas de belleza implican que cada día utilices cremas hidratantes, faciales y corporales, para que la piel luzca sana y firme. La aplicación de estos productos debe hacerse de manera consciente, realizando un masaje con movimientos circulares y ejerciendo una suave presión sobre la piel. Esto logra quitar la tensión de los músculos y que las cremas penetren mejor.
Combinar la ducha de agua fría y caliente, refuerza el sistema inmune:
Las duchas con agua fría son un tratamiento natural para el bienestar en general y la salud física ya que mejoran el humor, aumentan la energía, tratan las inflamaciones (por ejemplo luego de una sesión fuerte de gimnasia), desintoxican el cuerpo, entre otros beneficios. La combinación entre agua fría y caliente estimula y mejora la circulación lo cual es muy beneficioso para el sistema nervioso y circulatorio. Además como el agua caliente abre los poros y el agua fría los cierra, usar ambos mejora notablemente el aspecto de la piel y el cabello.
Dormir más y descansar mejor, eliminar el estrés antes del descanso es fundamental:
Las horas de sueño nos ayudan a regenerar la piel por eso debemos ir a la cama sin las tensiones y el estrés acumulado durante el día. Baños de inmersión, aromaterapia y música relajante, son grandes aliados. Además existen cremas según tipo de piel y edad que actúan muy bien de noche.
Rutinas de belleza, aliadas indispensables:
Se recomienda realizar una limpieza profunda logrando una correcta oxigenación. La limpieza facial libera la piel de la capa grasa, células muertas, polvo y residuos de maquillaje. Se pueden utilizar geles o cremas de limpieza purificantes si la piel es grasa o mixta; o leches de limpieza si la piel es seca. Además, incorporar una loción tónica dentro de la rutina es un buen consejo, ya que refresca la piel y afina los poros sin resecarlos, preparándola para los productos hidratantes y nutritivos que penetran mucho mejor.
Disminuir el estrés diario, está comprobado que afecta la piel:
La hormona que se libera ante diversas situaciones de tensión que vivimos durante el día, el cortisol, produce más sebo y provoca, por ejemplo: piel más grasa y hasta problemas de acné. Actualmente, además de la actividad física, hay varias técnicas o terapias de reducción del estrés. Sólo hay que animarse, probarlas y ponerlas en práctica. (OOOOMMMMM)
Evitar el sedentarismo, la actividad física mejora tu salud:
Muchas personas dicen no tener tiempo para realizar ejercicios. Pero estos son muy beneficiosos para el bienestar del cuerpo, y por supuesto también de la piel ya que previenen enfermedades cardiovasculares y óseas. Se aconseja, aunque sea, realizar un paseo de 20 minutos, a un paso ligero ya que no sólo mejora la digestión, sino que permite mejorar la circulación y ayuda a relajarte.
Uso de protección solar, impiden el envejecimiento y las manchas:
Proteger la piel del sol es fundamental. Se debe utilizar protector solar alto en verano, pero también en invierno. El sol es una de las principales causas de envejecimiento prematuro de la piel.
Combinar la ducha de agua fría y caliente, refuerza el sistema inmune:
Las duchas con agua fría son un tratamiento natural para el bienestar en general y la salud física ya que mejoran el humor, aumentan la energía, tratan las inflamaciones (por ejemplo luego de una sesión fuerte de gimnasia), desintoxican el cuerpo, entre otros beneficios. La combinación entre agua fría y caliente estimula y mejora la circulación lo cual es muy beneficioso para el sistema nervioso y circulatorio. Además como el agua caliente abre los poros y el agua fría los cierra, usar ambos mejora notablemente el aspecto de la piel y el cabello.
Dormir más y descansar mejor, eliminar el estrés antes del descanso es fundamental:
Las horas de sueño nos ayudan a regenerar la piel por eso debemos ir a la cama sin las tensiones y el estrés acumulado durante el día. Baños de inmersión, aromaterapia y música relajante, son grandes aliados. Además existen cremas según tipo de piel y edad que actúan muy bien de noche.
Rutinas de belleza, aliadas indispensables:
Se recomienda realizar una limpieza profunda logrando una correcta oxigenación. La limpieza facial libera la piel de la capa grasa, células muertas, polvo y residuos de maquillaje. Se pueden utilizar geles o cremas de limpieza purificantes si la piel es grasa o mixta; o leches de limpieza si la piel es seca. Además, incorporar una loción tónica dentro de la rutina es un buen consejo, ya que refresca la piel y afina los poros sin resecarlos, preparándola para los productos hidratantes y nutritivos que penetran mucho mejor.
Disminuir el estrés diario, está comprobado que afecta la piel:
La hormona que se libera ante diversas situaciones de tensión que vivimos durante el día, el cortisol, produce más sebo y provoca, por ejemplo: piel más grasa y hasta problemas de acné. Actualmente, además de la actividad física, hay varias técnicas o terapias de reducción del estrés. Sólo hay que animarse, probarlas y ponerlas en práctica. (OOOOMMMMM)
Evitar el sedentarismo, la actividad física mejora tu salud:
Muchas personas dicen no tener tiempo para realizar ejercicios. Pero estos son muy beneficiosos para el bienestar del cuerpo, y por supuesto también de la piel ya que previenen enfermedades cardiovasculares y óseas. Se aconseja, aunque sea, realizar un paseo de 20 minutos, a un paso ligero ya que no sólo mejora la digestión, sino que permite mejorar la circulación y ayuda a relajarte.
Uso de protección solar, impiden el envejecimiento y las manchas:
Proteger la piel del sol es fundamental. Se debe utilizar protector solar alto en verano, pero también en invierno. El sol es una de las principales causas de envejecimiento prematuro de la piel.
Pequeños cambios en
el día a día, incorporando ciertos hábitos, permitirán que tu piel luzca sana,
firme y saludable. ¡A ponerlos en práctica!
Bren Ditzel
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