Esto era Elvis cuando lo encontré... |
Sus responsabilidades.
“Cooorre como el viento, Elvi…”
La llave. Atento que se escuchó la llave. Pero, para… ¿qué hora es? Cierto que
soy perro y no tengo reloj. Pero es temprano, SÉ que es temprano. Elisa se levanta
temprano solamente por dos cosas: cuando Roberto viaja y cuando vuelve…
¡VUELVE! ¡SI! ¡OTRA VEZ DORMIR ADENTRO! ¡OTRA VEZ QUE ME RASQUEN ABAJO DE LAS
OREJAS! Vuelve Noe de no sé dónde pero vuelve. Abre el portón, saca el auto,
cierra el portón. Se aleja el auto, ¡chau auto!
Y doy una, dos, tres vueltas
sobre mi eje, moviendo la cola de contento. Y me canso de esperar sentado por
eso me acuesto en el piso que ya perdió el pasto de tanto correr de acá para
allá. Elisa se fue a buscarla pero, ¿y si en verdad no vino? ¿y si en verdad
solo quería salir a pasear? ¡Por qué no me llevó si solo quería pasear! Apoyo
mi cabeza en la reja y lo escucho: el ruido de un motor. Soy un perro, tengo
que ladrar, ¿no?
Pero es el auto de mi dueña y veo
que frena justo al frente del portón. Afino la vista y miro para adentro: hay
una boluda que hace morisquetas, ¿qué le pasa? ¿Por qué me…? ¡ES ELLA! Y
tiemblo, muevo la cola y sonrío. Si, con una sonrisa de perro que significa que
estoy feliz porque, por unos días, voy a volver a ser su mascota. Y ella, que
abre el portón y me recibe con los brazos abiertos, mi mejor amiga”.
Y en esto se convirtió ♥ |
Las mías.
Cada vez que llego, él está ahí
para esperarme. Moviendo la cola y listo para saltarme en la primera de cambio
porque sí, me extrañó, tanto como yo a él. En el último año de secundaria,
cuando decidí que iba a adoptar a esa bola de pelos negra que se apareció una
noche en el portón de mi casa, no pensé que al año siguiente me iba a ir a
estudiar a La Plata y en todo lo que eso significaba. Si, lo dejé con mamá y
papá. Pero les di una responsabilidad que no tenían que asumir ellos, sino yo.
Tener un perro no significa solo
comprarle comida y tratar de que no se te escape (que, si se escapa, es por
algo). Significa que va a tener un techo en el cual dormir las noches de frío,
darle agua fresca en los días de calor y tener alguien que le haga un mimo cada
vez que está cerca. Significa que tienen que tener un patio grande donde
correr, una pelota para jugar cuando
esté solo y acordarte que él también es parte de la familia.
Conocí a mucha gente que tenía
perros para que sean los “guardianes de la casa”, sin entender siquiera que un
perro siente como nosotros y que cada uno tiene su propia personalidad (true
story). Por eso te digo, cuando estés a punto de adoptar (no comprar,
¿entendido?) o aceptar un perro, pensalo dos veces. Porque si, te va a hacer la
persona más feliz del mundo, te va a dar su cariño incondicional y va a ser el
más contento cada vez que llegues a tu casa. ¿Pero vos le vas a poder devolver
todo ese amor que él te va a brindar?
Pensá en los viajes, en el
espacio que necesita para correr y jugar, en su tristeza cada vez que te vas y
en si vas a tener el tiempo para estar con él. Pensá que sienten y que aman, y
que, más que nada, necesitan un amor correspondido. Si estás dispuesto a darle
todo eso, dale para adelante sin pensarlo dos veces. Te lo digo por
experiencia. En modo perro, Elvis cada verano, se convierte en mi mejor amigo.
Noe Torres.
1 comentarios
Precioso y con mucho sentimiento yo tengo uno y es mi vida!!besos
ResponderEliminar