Chicos, ¡todavía estoy llorando! Si, ando en
ese días (#DatoInnecesario) y ese final tan perfecto me pudo. Pero arranquemos
desde el principio mejor porque ya arrancar contando como termina una película
sería el colmo de los Spoilers (onda: oh, voy a entrar en twitter después de
que terminó el último capítulo de PLL, ¡spoilémonos y seamos felices!
#TrueStory).
La Teoría del todo es una película biográfica
de una de las mentes más brillantes que nos dio el mundo (o el universo, para
estar más a tono): Stephen Hawking. La película está basada en el libro escrito
por su ex mujer Jane Wilde, “Travelling to infinity: my life with Stephen”, y
cuenta el inicio de la relación entre dos jóvenes que se conocieron mientras
Hawking estudiaba en Cambridge. A medida que va transcurriendo la película
podemos ver cómo va avanzando la enfermedad de Stephen (esclerosis lateral
amiotrófica) y como los cambios que esta patología produce en el cuerpo van
modificando su vida y la vida de su familia.
Si, es una película romántica. Pero lo más
lindo de todo es que habla de otro tipo de amor: no es la típica película con
el típico final feliz. Es una historia real, de un amor real. Que con los años
se fue transformando en un cariño atípico, en una especie de devoción fraternal
entre dos personas que crecieron juntas y pasaron por un montón de obstáculos
para poder estar juntos.
El film está dirigido por James Marsh y las
actuaciones están a cargo de Eddie Redmayne (Stephen), Felicity Jones (como
Jane) y David Thewlis (que lo tenía que poner porque es el Profesor Lupin y lo
amo. Punto. No me juzgen). Personalmente amé la actuación de Felicity en el
papel de Jane, un personaje que quizás al lado del de Eddie esté un poco
eclipsado (lo que no quiere decir que la actuación de Redmayne no haya sido
soberbia. Es más, se ganó el Oscar a mejor actor), pero creo que fue el papel más logrado de la película: una jóven
enamorada dispuesta a todo por proteger a su familia, una mujer fuerte y
decidida.
La teoría del todo (The Theory of everything)
es una película de amor. De cariño, de física, de esperanza. Llena de teorías
que intentan revelar el porqué de las cosas, que desea encontrarle una
explicación al tiempo, siendo que el tiempo lo es todo. Que nos hace darnos
cuenta que estamos hechos de momentos, y que todo tiene un comienzo, pero (por
ahora) no tiene un final. Que nos enseña que, como dijo Stephen Hawking,
mientras haya vida, hay esperanza.
Albertina.
4 comentarios
La tengo en mi lista de pelis para ver!!besos
ResponderEliminar100% recomendada :) ¡Gracias por pasar!
EliminarTambién esta en mi lista. Al final no me dio tiempo de ir a verla al cine, pero estoy deseando tener ocasión. A ver si lo hago prontito :)
ResponderEliminarMirala porque realmente no tiene desperdicio: es preciosa! Gracias por pasar :)
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