RECETA: ¡Los buñuelitos de la Abuela Nene!


El viernes a la mañana (más precisamente a las 7:30 a.m, mátenme) me levanté y cuando abrí la ventana ¿saben con que me encontré? ¡Con el día más frío y horrible del año! El cielo estaba totalmente encapotado (palabra que saqué de Crepúsculo, #SorryNotSorry), caía una llovisna finita que más que mojar molestaba y había un viento que te volaba el gorrito y te helaba las manos. 

La felicidad llegó con un mensaje de Novio diciendo que había venido Abuela a visitarlos. Helada, dormida y y con hambre de desayuno pensé: "Hoy está para unos mates con buñuelitos de la abuela". Y fue así que nació "Cortita y al pie", una nueva sección de imágenes en el FB de #EPP (y como la genia de Abuela me agasajó al otro día, con los mejores buñuelitos del mundo entero). 


¿Qué necesitas para hacerlos? 

2 huevos
Harina (un pocillos o a ojo)
Azúcar (dos pocillos)
Ralladura de un limón
Dulce de batata, membrillo o lo que quieras que tenga adentro
Aceite para freir

La receta es súper fácil. Vas a mezclar los huevos, la harina, el azúcar y la ralladura del limón hasta que la masa te quede como chiclosa. No súper líquida, no una masa compacta. Te tiene que quedar a punto corbata (si, lo busqué y se llama así #QueLeVamoHacer).

Mientras tanto vas a ir poniendo el aceite a calentar. El truco de la abuela es que no te quede ni muy frío ni muy caliente. Dice que si tenés el aceite hirviendo se van a freír del lado de afuera pero no se van a cocinar de adentro. ¿Cómo saber cuál es el punto perfecto del aceite? Vas a tirar un poquito de masa y va a flotar en el aceite, no cocinarse y caerse al fondo.

Con una cuchara vas a ir vertiendo pequeñas cantidades (más o menos como una bolita de masa) en el aceite listo y los vas a dejar unos segundos. Los tenés que ir dando vueltas para que se doren de los dos lados y en más o menos un minuto tus buñuelos van a estar listos. Los ponés en una fuente con unas servilletas de papel así absorben el aceite sobrante y los espolvoreas (recién sacados del fuego) con un poco de azúcar arriba. ¡Y voilá!


La abuela se zarpó con esta receta. Le quedaron tan ricos que incluso después de comerme unos cuantos, cuando ya estaban fríos y arriba de la mesada no me pude resistir a comerme un par más. Estaban en un punto perfecto: con el dulce de batata calentito, el azúcar que se te quedaba pegadito a los dedos y los mates más ricos del mundo. Porque que lo haya hecho con cariño los hizo más ricos todavía y eso no tiene precio. Y tomarte unos mates con buñuelitos en una tarde fría de invierno con la abuela Nene, tampoco ♥ 

Albertina. 

2 comentarios

Te puede interesar


Comercial

random

¿Ya leiste estos posts?

suscribir footer

¿Querés enterarte de todo lo nuevo?

Formá parte de nuestra lista de mail

instagram