"Todo llega, en su momento pero llega" me dijo mamá cuando volvimos al calor de mi departamento platense, con el saborcito amargo de tener que haber vuelto temprano de la feria del libro y que Flor Bonelli no nos haya podido firmar nuestro libros favoritos. Después de horas de cola, charlas y mates con otras "bonellistas", de haberla tenido ahí cerquita y poder verla aunque sea, volvimos. Y lo bueno llegó dos semanas más tarde.

Con su característico cariño a sus fans y una inmensa paciencia, la escritora Florencia Bonelli, oriunda de Córdoba, contestó mis preguntas vía mail ¡Imaginen la cantidad de cosas que tenía que preguntarle! Pero todo tiene un comienzo y fue ahí donde decidí empezar: el inicio de su vida como escritora.

"El primer libro que leí cuando era muy chica fue Corazón, de Edmundo de Amicis. Pero el que me llevó a pensar en ser escritora lo leí a los veintiséis años y es El árabe, de Edith Hull." nos contó Flor. Fue esa una de las musas inspiradoras que la llevó a escribir uno de sus primeros libros, en el año 2006: "Lo que dicen tus ojos". 

Si bien ella dice que no puede definir qué la inspira porque su propia inspiración es muy caótica, nos confesó que no elije las tramas de sus relatos, sino que las siente, respira y vive: "Escribir una novela es un proceso que requiere mucha disciplina y trabajo, pero la primera parte, la de crear la historia, no tiene un proceso. Es una anarquía en la que las ideas son como cometas que caen del cielo y una solo puede escribirlas y comenzar a darles vida".

Y no solo ella siente y vive sus libros. "Las Bonellistas", como se llaman sus fans (entre las cuales me incluyo, obvio) comenzaron a leerla por muchísimas razones. Están las que sintieron curiosidad por ver sus libros en la calle y decidieron comprarlos. Como Graciela Unrein, quien contó que vio por primera vez un libro de Bonelli en el aeropuerto: "Había una chica leyendo Caballos de Fuego Paris y como me encanta leer le pregunté de que se trataba. A la vuelta del viaje lo busqué y ahora ¡no puedo parar de leerla!". 

Siempre hay alguien dispuesto a recomendar uno de sus libros, no solo amigas (como mi caso) sino hasta los mismos bibliotecarios. Florencia Bonelli revivió la novela rosa en nuestro país, y no fueron solo mujeres las que se rindieron a este boom literario, algunos hombres también se animan a decir que leyeron Caballos de Fuego, una de sus más famosas trilogías no solo por el romance, sino también por la acción y los lugares que nos lleva a recorrer tan solo leyendo sus páginas.

"Flor me hace sentir que estoy dentro de la historia, mirando desde otro punto. Me encanta como describe a sus personajes o los lugares, como detalla temas históricos que nos hacen investigar y conocer más sobre ciertos temas", contó Mariana Guzman. Es que eso es lo que más gusta de estos libros. Nos hace viajar, conocer y vivir en cada lugar o época en la que escribe. Y sin embargo, luego de haber investigado y escrito tanto sobre algunos lugares, Flor dice que siempre elegiría este momento: "Si tuviera que elegir una época y un lugar para vivir sería este, en el que vivo. Porque por ahora, por algún designio divino o cósmico, me tocó vivir en esta época".

Flor nos hace viajar por el tiempo y el espacio. Identificarnos con personajes que viven en otras realidades (ella dice que se siente más identificada con Rafaela y Camila por ser taurinas como ella) y enamorarnos de cada historia de amor. Flor nos hace soñar, y sueña con nosotras. Es esposa, tía y mamá de muchos hijos literarios. Pero por sobre todo Florencia Bonelli es mujer. Que siente, que vive, que se apasiona. Argentina y cordobesa. Hasta los tuétanos, como diría ella. 

Albertina. 

Gracias a Florencia Bonelli por la paciencia, buena onda y predisposición para responder mis preguntas. ¡Gracias otra vez por todo!

A las "Amigas Bonellistas" por haber respondido lo que les pedí. No las podía poner a todas pero a cada una le digo gracias por la colaboración y la buena onda que le ponen siempre a todo ♥ Ojalá todas encuentren sus Eliahs y Kamales jaja.

Y a mi mamá. Que estuvo desde las 8 andando de acá por allá para cumplirme el sueño y compartir esta pasión por los libros conmigo. No te lo digo muy seguido, pero ¿sabías cuanto te amo no? Gracias por todo.