Lo que el BAFICI nos dejó

Ya es un clásico, llega abril y llega el BAFICI, Diez días en los que el cine independiente se festejó en Buenos Aires. La decimoséptima edición del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires trajo, como ya es costumbre, los títulos más importantes de la escena del cine independiente local e internacional.  Con 13 sedes repartidas por la ciudad, entre ellas el Teatro Colón y el Planetario, el Festival ofreció una programación amplia y distinguida entre el 15 y el 25 de abril. Se proyectaron un total de 412 películas de 37 países, con un total de 1090 funciones. Siguiendo la tradición de proyectar cine al aire libre, se pudieron ver de forma gratuita una decena de films, en el Anfiteatro del Parque Centenario; además incluyó el BAFICITO, con programación para niños (y no tanto) con una retrospectiva a Chuck Jones, el talento detrás de Looney Tunes y Merrie Melodies. Siempre con entradas agotadas.



El festival
En el punto de encuentro del Festival, el Centro Cultural Recoleta, se pudieron ver diversas muestras. Una de las salas fue dedicada a Isabelle Huppert con variaciones sobre su imagen, otra sala dedicada a los veinte años de la revista Haciendo Cine. La más visitada fue la muestra de la increíble obra de Federico Rosenberg, Juguetes de Cine, que sirvieron a Sergio Wolf para crear los cortos institucionales proyectados antes de cada función.
La programación del festival incluyó retrospectivas sobre la obra de la actriz Isabelle Huppert,  la directora y guionista Pascale Ferran y el director español José Val del Omar, entre otras. La sección Panorama, que se encarga de rescatar cine de distintas regiones del mundo, dedico parte de su programación al cine de Corea del Norte, cuya filmografía es prácticamente desconocida por estas latitudes. Además se reservó espacio para el Nuevo Documental Suizo (con la proyecion de Dark Star – HR Giger’s World) y una veintena de Clásicos Restaurados. Entre estos últimos se programó una de las películas que más expectativas creo para muchos amantes del cine nacional. Se trata de El Acto en Cuestión del director Alejandro Agresti, considerada “la mejor película argentina de todos los tiempos”. Filmada en Bélgica en 1993 protagonizada por Carlos Roffé, Sergio Poves Campos y Mirta Busnelli. Narra la historia de Miguel Quiroga, que vive en un conventillo junto a su novia Azucena y pasa sus días buscando trabajo y robando los más diversos libros. Hasta que un día, gracias a uno de ellos, aprende un truco de magia con el que hace desaparecer primero objetos y luego personas. Consigue entonces un representante e inicia un viaje por Europa, donde el truco tiene mucho éxito, pero la repentina fama alterará su vida y le generará consecuencias inesperadas. Repleta de referencias a Borges, Carlitos Balá, Gardel, Spinetta y Cortázar, hacen a una película tan virtuosa como emotiva. Profunda, compleja, atrapante y graciosa, El acto… es un ejemplar de la argentinidad. Pieza obligada para los cinéfilos locales. Jamás fue estrenada en cines del país hasta el pasado festival de Mar del  Plata (próximamente tendrá estreno comercial), fue gracias a la dedicada restauración realizada por Haciendo Cine.


Apertura
Después de 44 años, Hugo Santiago volvió a filmar en Buenos Aires, razón suficiente para que abra el BAFICI. La premiere mundial de El cielo del Centauro tuvo lugar en la sala 5 del Village Recoleta el jueves 16  a las 15 horas a sala llena. El director argentino radicado en París escribió esta obra junto a Mariano Llinás (Balneario, Historias Extraordinarias). La película narra la llegada a Buenos Aires de un ingeniero naval francés que pasa 33 horas en la ciudad y luego sigue su viaje. La ciudad es mostrada con de modo fantástico pero aun con cierto humor solapado.


Música por favor
La presencia de la música en el Festival ya es costumbre. Dentro de la sección Música se pudieron ver Cumbia la reina dirigida por Pablo Coronel, relato documental desde los inicios del género a la actualidad, y La música interior dirigida por Fernando Arca, un mapa de la música popular nacional trazado por Liliana Herrero y Juan Falú entre otros. Además, en esta edición del BAFICI se le rindió homenaje al más grande Bass Hero del jazz, Jaco Pastorious. Con la presencia de Robert Trujillo (Metallica), productor del film, se proyectó Jaco, documental que recorre su vida y obra. Luego de la proyección, el icono del bajo en Argentina, Javier Malosetti, dio un concierto para la audiencia presente en la Usina del Arte.
Otro momento musical fue la proyección de Amalia, película basada en la novela de José Mármol y considerado el primer largometraje enteramente producido en el país. La función se realizo el 24 de abril en el escenario del Teatro Colón con entrada gratuita. Como agregado, tras la función se brindó un concierto a puro jazz a cargo de Adrián Iaies.


Las aventuras del remake
En 1981, dos chicos de 11 años (Chris Strompolos y Eric Zala) en Mississippi vieron Los cazadores del arca perdida (Indiana Jones) y perdieron la cabeza. Tras la fascinación por el film, consiguieron un comic y un guion pirata y decidieron filmar su propia versión del film copiando plano por plano. El rodaje que duraría un verano, terminó llevando 33 años. Cuando Raiders necesitó de un mono, usaron a Snickers, el perro de Chris. Cuando hizo falta una nueva Marion, convencieron a una chica linda de la iglesia de que renunciara a sus veranos y se uniera al rodaje. Cuando necesitaron una tumba egipcia, hicieron stencils de jeroglíficos en el sótano de Eric. Cuando el guion requirió el incendio de un bar, tiraron 36 botellas de alcohol sobre ellos mismos y sobre las paredes del sótano y encendieron un fósforo (esto hizo que la producción fuera puesta en penitencia por un año). Luego de muchos años detenida, la realización terminó en 2014 con la escena de la pelea en el ala del avión. Raiders of the Lost Ark: The Adaptation es una de esas locuras que persisten y llegan a buen puerto. Se pudo ver en el BAFICI gratis en el anfiteatro de Parque Centenario.


Experiencia Planetario
Por tercer año consecutivo la programación del BAFICI incluye entre sus sedes al Planetario de la ciudad. Para los que no lo conocen, en el segundo piso hay una sala circular con 260 butacas (reclinadas tipo reposera) dispuestas para mirar al techo. Gracias a seis proyectores HD se pueden apreciar increíbles imágenes en el domo (cúpula) de la sala, acompañado con un sistema de audio 5.1. La experiencia es total. En esta edición del festival se pudo ver Bella Gaia, una visión poética de la Tierra vista desde el espacio, Contraluz del artista español Juan Gatti y Tango 360, Buenos Aires y el amor como nunca se vieron con música de Astor Piazzolla. Pero sin dudas la mejor oferta fue Saga: Cuadro con concierto de Entre Ríos incluido. Las animaciones estuvieron a cargo de  Lucas De Marziani y Rosario Alessandro. Un espectáculo de 30 minutos donde las animaciones sobre el domo y la música en vivo resultaron en una experiencia única e inolvidable. El planetario continuará ofreciendo proyecciones en el domo, entre otras piezas, podrá verse Tango 360 todos los miércoles a las 17 horas.


La competencia
Si bien la el premio a Mejor Película en la Competencia Internacional se le otorgó  a Court, un drama que contrapone a la India actual con el arcaísmo de su sistema jurídico, para el voto del publico fue Theeb, debut de Naji Abu Nowar, que narra una historia de aventuras en Arabia durante la Primera Guerra Mundial. El premio a Mejor Actriz fue logrado por Verónica Llinás por su rol protagónico en La mujer de los perros, película que también codirigió.
En el ámbito local, la seleccionada como Mejor Película fue la última de la trilogía de las shekaspereadas de Matías Piñeiro, La Princesa de Francia. La mención a Mejor Director fue dada a José Celestino Campusano por Placer y Martirio. Para el voto del público la Mejor Película Argentina fue Poner al rock de moda de Santiago Charrier que registra a la ya consagrada Banda de Turistas en ensayos, recitales y momentos de tensión en los que se discute la problemática del arte y su trascendencia.


Cierre
La calle de los pianistas cuenta la historia de Lyl Tiempo, su hija (Karin Lechner) y su nieta (Natasha Binder), las tres son pianistas y viven en una casona en Bruselas. La particularidad es que viven vecinas a una eximia pianista argentina, Martha Argerich y de allí el título del film. La ópera prima de Mariano Nante muestra la historia de dos casas, de muchos pianos y de tres mujeres que han cumplido con el mandato familiar. Como era adecuado en este caso, el film se proyectó en el salón principal del Teatro Colón. A la función le siguió un concierto a dos pianos de Karin Lechner y Natalia Binder, protagonistas del film. Sin dudas una gran noche de cierre para dar por finalizado (aunque aún quedaban 24 horas de festival) una nueva edición del BAFICI que tuvo un paso contundente y que ya se hace extrañar.

A.P









2 comentarios

  1. Respuestas
    1. Estuvo muy bueno! El año que viene seguro que se vuelve a hacer otra nueva edición.
      Saludos!

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