Soy gordita de alma, sí. Por eso cuando los papás pampaheladeros me dijeron si quería acompañarlos a la Feria Internacional de Tecnologías para la producción de Helados (entre otras cosas) en Resistencia, Chaco… ¡no dije que no! 

Era la primera vez que visitaba esta feria (a pesar de mis 22 años de pichona de heladeros) y por eso no paré de sacar fotos y preguntar si podía probar cosas. Reencuentro con viejos amigos (que no es lo mismo que amigos viejos), helados de todos los colores y tonadas de todo el país (y del mundo) nos esperaban a la entrada del Centro de Exposiciones Gala de Resistencia.

Los expositores que jugaban de locales fueron los de la Panadería San José. El colorido de las tortas y las buenas decoraciones llamaban la atención, y ni les cuento cuando vi una torta decorada con galletitas Oreos (l’amoure).

Los diferentes sectores y aromas inundaban el lugar. Cuando pasamos por el stand de Frascona a más de uno se le hizo agua la boca, al ver como los chef preparaban un estofado mostrando la maquinaria necesaria y la facilidad para preparar un plato (riquísimo) en tan poco tiempo.

Fusión también llamaba la atención y era uno de los locales más visitados. No iba a irme de ahí sin probar uno de sus minis frappe (que terminamos peleando por mi mamá para ver quien se lo terminaba).

Mucho helado, muchas tortas, mucha panadería, muchas cosas ricas. Muchas cosas aprendidas en esta primera visita a la Provincia de Chaco que está llena de cosas interesantes. Historias que nos llamaron la atención (como la historia de Fernando, el perrito blanco del Fogón de los Arrieros), arte por las calles y esculturas en todos los rincones. Y chipacitos. Que no nos podemos llevar en la valija (pero que ya voy a aprender a cocinar).

Albertina.