Hoy presentamos... "Pequeño Detalle"

Un matrimonio: él escritor y ella profesora de historia. Un pintor que es llamado para arreglar una pared y un hecho cotidiano que instala una situación ya que el trabajo nunca termina o nunca empieza y el pintor está allí, siempre en la casa. Con este escenario se encuentran todos los sábados a las 19.30 los que van a ver la obra “Pequeño detalle”, escrita por Eduardo “Tato” Pavlosky.
Con sólo tres actores sobre el escenario se desarrollan relatos y situaciones relacionadas con lo tragicómico de las relaciones humanas y en conjunto con la densidad de los relatos que se alternan logran que se acompleje el entramado de la obra.
Matías Castilla, director de la obra estuvo dialogando para En Pocas Palabras, aquí la entrevista:


Demetria: -¿Cuál es ese pequeño detalle que aparece en la obra?
Matías Castilla: Dentro de la obra aparece una novela que se llama "pequeño detalle", esta fue escrita por el personaje marido (no hay nombres en la obra por eso me refiero a los personajes de esta manera). A su vez esa novela podría ser un plagio de una novela de Kerouac y para terminar "pequeño detalle" es la obra escrita por Pavlovsky. Este juego de referencias es el pequeño detalle, un juego que propone diversas relaciones dentro de la obra pero es un detalle dentro de la totalidad. 

D: -¿Cómo se aplica la significatividad del relato a la obra "Pequeño Detalle"? 
MC: Es difícil puntualizar un momento. Más difícil aún es hablar de la experiencia del espectador porque creo que eso es tan particular y personal que someterlo a una generalización seria errado. Creo que la obra plantea una situación inicial muy accesible, cotidiana si se quiere y eso propone cierta afinidad con lo que se está viendo. Luego las revelaciones serán para cada uno algo distinto. Eso es lo más bonito que puede tener el teatro, no habrá dos funciones iguales ni dos espectadores iguales.

D: -¿Qué es lo tragicómico de las relaciones humanas?
MC: Lo trágico reinterpretado, mal reinterpretado, casi generando un neologismo. Considero que existe un tipo de vínculo en donde opera una fuerza totalmente terrenal que impide la movilidad de las personas, que restringe sus posibilidades. Desde los mandatos paternos hasta las herencias culturales son influencias que nos definen y operan sobre nosotros. A veces los vínculos sostenidos por estas fuerzas son desastrosos para una u otra persona pero como una suerte de destino los somete sin que puedan hacer demasiado. El gesto cómico aparece con la distancia, el poder observarlo de lejos estas situaciones.

D: -¿Cuál es la particularidad de cada personaje?
MC: El marido es un obsesivo que está escribiendo continuamente, robando de lo que observa para escribir sus novelas. Ella está cansada de él, es un matrimonio de intelectuales snob que no se toleran y no se pueden comunicar. El pintor ingresa como una fuerza que se antepone, quiebra el orden. Es un tipo concreto, de acción


D: -¿Qué personaje te atrae más? ¿Por qué?
MC: Los tres personajes me resultan sumamente atractivos, te lo confieso como actor. Hay un problema de género evidente que me lo impediría pero si tuviera que elegir actuar alguno de los tres papeles no sabría con cual quedarme porque los tres, en distintas direcciones, tienen una profundidad muy interesante.

D: -¿Cómo es la vida de este matrimonio?
MC: Tengo una imagen con respecto al matrimonio, me lo imagino a ellos siempre bebiendo ron o coñac sin hablar, sin tocarse, siendo demasiado inteligentes midiéndose todo el tiempo en una suerte de contienda silenciosa.

D: -¿De qué manera irrumpe, en el matrimonio, el pintor?
MC: Abruptamente, intempestivamente. Es el contrapunto, la antítesis que quiebra el orden, altera la casa.

D: -¿Por qué el público tendría que venir a ver la obra?
MC: Porque la obra esta buenísima, con la profundidad que siempre tiene Eduardo Pavlovsky en su dramaturgia, con excelente actuaciones. Todos los que formamos parte de este laburo estamos muy felices con lo que todos los sábados llevamos adelante y eso es muy importante porque finalmente algo de ese goce termina siendo recibido por el público.



Así que ya saben si quieren disfrutar de una buena obra, con un contenido profundo en base a situaciones cotidianas pueden ir a verla todos los sábados a las 19.30 en el teatro DelBorde, ubicado en la calle Chile 630. 

Demetria.

*Las fotografías son gentileza de Silvana Ercolano.

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