Cuando me fui a La Plata tenía miedo de que todo cambiara. Pero mas que nada, tenía miedo de cambiar yo. 4 años después, estoy contando el tiempo para volver a armar las valijas e ir. Y no es que no ame La Pampa, mi hogar. Es que descubrí que quizás esos cambios que tanto miedo me daban no eran tan malos. Y que extrañar a mis amigos, o a mi familia tampoco. Que no cambie. Crecí.
Aprendí que no cambias por alguien. Cambias por vos.
Que antes era una nena de pelota bajo el brazo. Y que maquillarme un poco, o usar vestidos no cambio eso.
Que un departamento vacío, después podría ser el lugar mas confortable del mundo, con la ayuda de los mensajes de tus amigos.
Y que el amor verdadero soporta hasta la distancia.
Que una sonrisa ilumina. Y que siempre es bueno tener una en la cara.
Que esos lugares que ayer te parecían extraños, hoy son tu paisaje preferido.
Y que podes hacer tu propio Wonderland.
Que a veces, el cambio es bueno.
Pero por sobre todas las cosas, simplemente soy la misma de siempre (con mas cosas en la lista de mis sueños).
Albertina.
3 comentarios
Qué bonitas palabras ...
ResponderEliminarBesos
Thank you for your Comment :) i really like your Blog too :)
ResponderEliminar¡Que bonito y cuanta razón tienes!
ResponderEliminarBesos.